Pisco - La escasez de agua y alimentos, sumada a la falta de medicinas y carpas se convirtieron en la mayor urgencia de los damnificados del terremoto en Perú, en momentos que el gobierno luce impotente para poder afrontar la emergencia debido a los cortes de ruta terrestre.
La escasez de agua sobre todo agudizó el drama de los miles de damnificados de las localidades de Ica, Pisco, Chincha y Cañete, que durmieron por segundo día al aire libre rodeados de los escombros de sus viviendas. "La situación se agudiza por la falta de carpas, alimentos, agua y medicinas", advirtió a periodistas Guillermo Merino, comandante de bomberos de Pisco, la ciudad más devastada por el terremoto de 7,7 grados que sacudió la costa centro sur de Perú la noche del miércoles.
El drama tomó aires macabros debido a la sospecha de los socorristas de que bajo los escombros de las viviendas e iglesias se podrían hallar decenas de cadáveres o de supervivientes, una esperanza que aún no se desvanece.
Los bomberos luchaban contra el reloj en la iglesia San Clemente en Pisco, para buscar entre los restos de tierra de lo que alguna vez fue un templo católico a algunas de las decenas de personas que han sido reportadas como desaparecidas. Las primeras toneladas de ayuda humanitaria llegaron a Pisco el jueves, pero se revelaron insuficientes ante las dimensiones humanas del drama, estimó la Defensa Civil.
Para agilizar la ayuda internacional el gobierno peruano convocó para hoy a una reunión en Lima con las agencias de cooperación internacional a fin de activar un 'foro de donantes' de cara a coordinar los esfuerzos.
El fuerte terremoto que azotó a Perú deja más de 500 muertos hasta el momento, según Bomberos, aunque Defensa Civil calcula 437 fallecidos y teme que el balance aumente por los grandes daños causados en varias ciudades del sur. "La cifra se elevó a entre 500 y 510 muertos y los heridos suman más de 1.600", dijo a la agencia de noticias AFP Roberto Ognio, comandante general de Bomberos. "Los muertos son de casas caídas encima de la gente. En las calles hay muchos fallecidos", acotó.
La Defensa Civil, por su parte, contabiliza 437 muertos aunque aclara que existen problemas de comunicación con algunos lugares por lo cual la cifra puede aumentar, percepción compartida por el presidente peruano, Alan García, quien visitó este jueves la zona siniestrada. Por su parte las Naciones Unidas cifran en 450 el número de fallecidos, citando agencias locales peruanas.
Las ciudades de Ica, Pisco y Chincha fueron las más afectadas por el sismo de 7,7 grados en la escala de Richter y de 8 grados USGS, según la medición del Instituto de Geofísica estadounidense. Las autoridades no descartan la existencia de víctimas en otras regiones. La AFP comprobó cómo unos 50 cadáveres fueron alineados en la calle cerca de la Plaza de Armas en Pisco y cómo algunos de los familiares se los llevaban, incluso en vehículos particulares.
Mientras tanto, la televisión local mostraba imágenes de Ica donde se veía la destrucción de viviendas y vehículos sepultados por escombros. El gobierno inició desde muy temprano el jueves un puente aéreo, dado que estas ciudades -que habitualmente son de fácil acceso a través de la Carretera Panamericana- se encuentran incomunicadas porque la ruta se fracturó en varios lugares.
Un convoy con médicos y enfermeras fue enviado ya la noche del miércoles a esa región, mientras que la Defensa Civil confirmó el envío de dos toneladas de ayuda humanitaria, entre carpas, colchones y medicinas, que se agregan a 50 toneladas que fueron enviadas por el gobierno.