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referentes de cuba e iran

Fidel y el ayatolá Jamenei, los ‘policías malos’ en los diálogos con Washington

Lider. Recubió esta semana a Nicolás Maduro y Evo Morales.
| AFP

Si Raúl Castro y el presidente iraní, Hassan Rohani, han sido las caras amables de Cuba e Irán en sus recientes acercamientos con los Estados Unidos, Fidel Castro y el ayatolá Alí Jamenei son los “policías malos” de La Habana y Teherán en sus negociaciones con Washington. Ambos ancianos líderes funcionan como una especie de memoria histórica que recuerda a los gobiernos de turno que, antes del actual deshielo, ambos países atravesaron décadas de acérrima enemistad con los estadounidenses.
Barack Obama encaró al mismo tiempo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba y el diálogo con Irán en torno a su programa nuclear. A su vez, las necesidades internas de los regímenes cubano e iraní llevaron a sus gobiernos a cooperar con Washington. Sin embargo, Fidel y Jamenei salieron varias veces a marcarles la cancha a los negociadores, y a dejar claro que deshielo no significa automática amistad.
Pocas horas antes de que la bandera de barras y estrellas volviera a flamear en la capital cubana, el mayor de los hermanos Castro recordó que los Estados Unidos adeudan a Cuba indemnizaciones millonarias por los daños que ha causado el bloqueo económico a la isla. Lo hizo en un artículo publicado en su cumpleaños número 89 y en vísperas de la histórica visita del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a La Habana.
“Se adeuda a Cuba las indemnizaciones equivalentes a daños, que ascienden a cuantiosos millones de dólares como denunció nuestro país con argumentos y datos irrebatibles a lo largo de sus intervenciones en las Naciones Unidas”, escribió Fidel. Y agregó que, desde la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos pasaron a ser el país “de mayor riqueza y mejor armado de la Tierra, frente a un mundo destrozado, repleto de muertos y hambrientos”.
El duro tono de sus palabras contrasta con la mano tendida por su hermano Raúl a Obama, y se asemeja a las definiciones de Jamenei sobre las negociaciones nucleares. Poco después del acuerdo alcanzado entre Teherán y el Grupo 5+1, el supremo líder iraní advirtió que “con estas negociaciones en ningún modo se obtendrá un cambio de nuestra política frente al gobierno arrogante de los EE.UU., cuyas políticas en la región tienen una diferencia de 180 grados con las de Irán”. Y afirmó que su país no tiene “nada que negociar” sobre cuestiones bilaterales.