INTERNACIONAL

Forster y el pensamiento nacional: antecedentes en el mundo

Expertos académicos analizaron para Perfil.com la trascendencia de la secretaría creada por Teresa Parodi al compararla con otras instituciones análogas del exterior.

Mikhail Gorbachov, en un congreso comunista en 1987. Él es licenciado en marxismo.
| AFP

La ampliación del Estado nacional como estructura base de la Administración Pública Nacional recayó esta semana en la inesperada creación de un organismo llamado "Secretaría de Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional" (SCEPN). Sus alcances y objetivos aún no quedaron claros para un amplio sector de la opinión pública y de la oposición.

Su impactante nombre llevó a muchos a compararlo con otras instituciones gubernamentales de otros países en donde se busca o buscó la homogeinización de las ideologías o del pensamiento político. Dos analistas políticos respondieron a Perfil.com con críticas sobre la creación del ente a cargo del filósofo kirchnerista Ricardo Forster, aunque buscaron enviaron un mensaje de tranquilidad.

Instituciones como el Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo de Venezuela, o el Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, o incluso el Índice de la Felicidad Nacional Bruta del reino de Bután, fueron algunos de los organismos con los que se comparó desde la oposición al flamante ente argentino, sin embargo la palabra correcta para su confrontación académica sería el término "analogía", debido a que -para los expertos- se está tratando de comparar "cuestiones diferentes".

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El doctor en historia y analista del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), Ricardo López Göttig, opinó: "En países como Cuba o los estados satélite de la ex Unión Soviética había una doctrina oficial, un pensamiento único. Incluso había universidades en donde el Marxismo era una carrera. Mikhail Gorbachev, por ejemplo, era licenciado en marxismo. Allí, quien quería hacer carrera como funcionario del Estado debía estudiar marxismo. Lo sucedido en Argentina es diferente".

"Creo que la idea es contraponerse a la corriente historiográfica liberal, como hicieron con el Instituto de Revisionismo. Pero es una discusión anacrónica. Estamos hablando de los años 30 o 40. Quedó antiguo el debate, que se basa en una narrativa de buenos y malos, en donde lo bueno sólo es lo nacional y popular. El tema es ahora ver cuál es el objetivo de fondo de la secretaría a cargo de Forster y si es a largo plazo. Creo que se busca instalar una corriente cultural que sobreviva al kirchnerismo como Gobierno", infirió el experto desde Uruguay en donde ejerce como profesor universitario.

Por su parte, el profesor de teoría sociológica de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, Gabriel Palumbo, coincidió en desestimar el tono alarmista. "Hay distintos planos de análisis. La primera es una cuestión de analogías entre formas autoritarias de gobierno desde donde se intenta de algún modo la búsqueda de la homogeneidad en términos de pensamiento".

"En estos gobiernos, cualquier cosa vinculada con el pluralismo no tiene cabida. Es la diferencia entre un populismo y un gobierno liberal republicano. En ninguna república con componentes liberales existen estas, podríamos decir, 'para-instituciones' como el SCEPN. Por ejemplo, seguramente en China tendrán una secretaría de Estado similar", subrayó.

Aunque aclaró que "en términos internos, tengo una mirada distinta y menos asustada del resto". "Claro que es semánticamente grave, es una continuidad de la lógica de la mirada sobre el mundo que tiene el Gobierno kirchnerista. Pero no va a tener ningún tipo de resultado práctico. No hay tiempo para esto. También hubo susto en el sector académico con el instituto revisionista Dorrego y no pasó nada. Creo que es mucho más perjudicial que no nos dejen traer libros del exterior y que los mismos queden retenidos en la Aduana".

"Se trata solamente de una lógica de premiaciones del Estado hacia adentro. Es una suerte de mensaje hacia la sociedad política, y hacia la sociedad civil también. El kirchnerismo se va a ir con la misma lógica con la que llegó, siguen buscando legitimidad a partir del mismo discurso", concluyó el profesor de la UBA.

(*) De la redacción de Perfil.com.