INTERNACIONAL
La crisis financiera global

Fracasó en el Senado estadounidense el salvataje de las automotrices y vaticinan un duro viernes en Wall Street

Un grupo de legisladores republicanos bloqueó la ayuda de 14 mil millones de dólares votada por la Cámara de Representantes, desoyendo los pedidos de Obama y Bush.

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| AFP

WASHINGTON.- El Senado estadounidense fracasó anoche en alcanzar un compromiso para votar un plan de salvataje de la industria automotriz, agregando suspenso a una espinosa derivación de la crisis financiera que ya ha costado gran cantidad de puestos de trabajo.

"Estoy terriblemente decepcionado por no haber sido capaces de llegar a una conclusión", dijo el líder de la mayoría demócrata Harry Reid, tras varias horas de negociaciones entre los legisladores para alcanzar un compromiso que permitiera el desembolso de préstamos federales a los grandes fabricantes automotrices de Detroit.

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Un núcleo duro de senadores republicanos se opone al plan de salvataje con fondos públicos de los constructores General Motors, Chrysler y Ford.

"Podríamos pasar toda la noche, mañana, el sábado y el domingo y no lograríamos un acuerdo", admitió Reid. El legislador dijo estar preocupado por las repercusiones en los mercados luego de que la Cámara de Representantes, apoyada por la Casa Blanca, aprobara el miércoles por amplia mayoría el plan de salvataje de 14.000 millones de dólares, y que se encuentra empantanado ahora en el Senado.

"Temo mirar a Wall Street mañana", advirtió Reid al exponer su temor sobre la reacción del mercado bursátil ante la falta de acuerdo en el Senado.

Horas antes, el presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, y su sucesor, Barack Obama, unieron sus voces para salvar a los fabricantes de automotores de la quiebra, y convencer a una minoría de senadores de que no hicieran fracasar el plan de rescate del sector. "En este período de grandes dificultades para nuestra economía, no podemos permitirnos asistir al hundimiento de este sector sin hacer nada", dijo Obama en una conferencia de prensa en Chicago.

La Casa Blanca advirtió por su parte sobre la necesidad de lograr en el Senado la aprobación del plan por 14.000 millones de dólares para la industria automotriz, cuestionado por la bancada republicana. "Pensamos que la economía está tan debilitada actualmente que agregar otra posible pérdida de un millón de empleos es algo que nuestra economía no puede permitirse actualmente", dijo la portavoz Dana Perino.

La Cámara de Representantes votó el miércoles a favor del paquete por 237 sufragios contra 170, después de que prominentes congresistas demócratas y la Casa Blanca llegaran a un acuerdo sobre el monto del préstamo puente que el Estado concedería a los "Tres Grandes" del sector automovilístico.

Pero en el Senado, el proyecto tiene una estridente oposición republicana, que amenaza con impedir su aprobación. El senador republicano Richard Shelby, del estado sureño de Alabama, que alberga plantas de Hyundai, Honda y Mercedes Benz, declaró que la ayuda estatal "es apenas el pago inicial a cuenta de miles y miles de millones que vendrán", dijo. "Se trata de empresas quebradas o en proceso de quiebra", agregó en relación a las automotrices.

Bush designará en los próximos días un responsable que tendrá toda la autoridad sobre el plan de rescate. Esta nueva intervención gubernamental en el sector privado contradice los principios, reverenciados en Estados Unidos, de la libre empresa. Ciertos senadores republicanos han declarado que los fabricantes deben asumir la ley del mercado y sufrir las consecuencias yendo a la quiebra.

Según la portavoz presidencial, Bush y sus colaboradores deben argumentar ante quienes se oponen al plan que el administrador de la ayuda tendrá amplios poderes, que el plan no dejará más alternativa a los fabricantes que la reestructuración o la quiebra, y que los contribuyentes recibirán su dinero de vuelta.

Los partidarios del rescate disponen de un argumento de mucho peso: el Departamento de Trabajo anunció que el número de estadounidenses que piden por primera vez seguro-desempleo ha alcanzado su nivel más elevado en 26 años.

Mientras avanza la discusión, General Motors admitió este jueves que contrató asesores jurídicos y banqueros para "hacer frente a todas las emergencias posibles", incluida una solicitud de quiebra.

El consejo de administración del mayor fabricante automotor estadounidense "se ha comprometido a plantearse todas las opciones -como es normal en los negocios- y contrató los asesores apropiados para hacer frente a todas las emergencias posibles", destacó GM en un comunicado.

Las automotrices estadounidenses General Motors, Chrysler y Ford han solicitado al Gobierno ayuda por unos 34 mil millones de dólares.


 Fuente: AFP