Francisco llegó a Portugal para canonizar a pastores de Fátima

Menos de 24 horas de visita y peregrinaje papal fueron suficientes para conmover a la comunidad católica portuguesa. En su primera peregrinación al santuario de Fátima y la cuarta visita de un Sumo Pontífice, Francisco pidió “derribar muros”, dijo que hablaba como un “obispo vestido de blanco” y canonizó a dos de los pastorcitos que habrían visto la aparición de la Virgen en 1917.

Santos. Uno de los puntos claves, desde el aspecto religioso, es que, coincidiendo con el centenario de las primeras apariciones marianas, nombró santos a Francisco y su hermana Jacinta, que fallecieron a los 10 y 9 años tras contraer la gripe española. Según la tradición religiosa, la madre de Jesús apareció en seis ocasiones, entre mayo y octubre de 1917, ante los dos hermanos y a su prima Lucía, a quienes reveló tres “secretos”, que la Iglesia católica consideró como proféticos de la historia del siglo XX. De hecho, Fátima y su santuario es uno de los centros del culto católico más popular. Por eso, se considera que la decisión del Papa de realizar la visita se trató de un gesto, mediante el cual intentó entablar una comunicación directa con los fieles, más allá de los estamentos institucionales.

Masivo. Ayer también fue un día intenso para Francisco. El pontífice argentino llegó al lugar de devoción popular a bordo de un helicóptero militar portugués, que sobrevoló un par de veces a baja altura el santuario mariano, en el centro de Portugal, donde lo aguardaban alrededor de un millón de fieles de todas partes del mundo.
Aterrizó en el estadio municipal de Fátima, para luego recorrer en papamóvil los cinco kilómetros hasta la Basílica de Nuestra Señora de Fátima, saludado a su paso por miles de personas apostadas al borde de la carretera, que le lanzaron vivas y flores.
“Recorreremos, así, todas las rutas, seremos peregrinos de todos los caminos, derribaremos todos los muros y superaremos todas las fronteras, yendo a todas las periferias, para revelar allí la justicia y la paz de Dios”, dijo, mientras los peregrinos escuchaban emocionados, algunos con lágrimas en los ojos.

Milagros. El carácter del lugar está directamente ligado a la historia de los pastores. Dos “milagros” se atribuyen a Francisco y Jacinta, el último de ellos en 2013: la rápida curación sin explicación aparente de un joven brasileño que a los 5 años sufrió una gran caída que le provocó un traumatismo craneal. Luego de que sus padres invocaran a los pastorcitos, según contaron en Fátima, Lucas sanó rápidamente.

Agenda. Francisco se reunió ayer con el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, que lo recibió a su llegada. Además, asistió al rezo del Rosario sentado frente a la imagen de la Virgen de Fátima en la capilla de las apariciones. En tanto, celebrará hoy la misa de la canonización de los dos hermanos, se reunirá con obispos portugueses y luego regresará a Roma, tras una visita de apenas 24 horas
El viaje también tiene como característica el fuerte aparato de vigilancia que se montó en torno al Papa. Para garantizar la seguridad de Francisco y de los peregrinos, las autoridades portuguesas desplegaron a 6 mil agentes policiales.