Georgia y Rusia se hallaban al borde de una guerra abierta al enfrentarse por tierra y aire el viernes en la región separatista pro rusa de Osetia del Sur, donde al menos 1.400 civiles perdieron la vida, según sus líderes independentistas.
Los combates generalizados despertaron la alarma de las capitales occidentales, que se movilizaron para intentar evitar el descontrol en el Cáucaso, una explosiva región con numerosos contenciosos entre vecinos.
"Un poco más de 1.400 personas murieron. Esta información será confirmada, pero es una cifra aproximativa, basada en la información de los familiares", declaró el presidente autoproclamado de Osetia, Eduard Kokoiti, una "república" de menos de 3.900 km2 y unos 70.000 habitantes, tras horas de combates.
Moscú dio la cifra de al menos 10 soldados rusos muertos de su fuerza de interposición, y Georgia dijo que sus bajas eran de 30 militares. "¨Quién necesita esto? íEs horrible!", exclamaba una mujer frente al hospital militar de Gori, en la región separatista, donde un centenar de personas esperaban impacientes noticias sobre los soldados georgianos. Inicialmente, Georgia aseguró que había ocupado la capital osetia, Tsjinvali.
Luego acusó a aviones rusos de penetrar en su espacio aéreo y bombardear una base cerca de su capital, Tiflis. Al menos cinco aviones rusos fueron abatidos por cazas georgianos, declaró el portavoz del ministro georgiano del Interior, Chota Utiashvili.
Tras horas de combate sobre el terreno, las autoridades georgianas reconocieron luego que perdieron "el control de parte" de Tsjinvali, a causa de la intervención rusa, según el mismo portavoz. "Las fuerzas rusas la están bombardeando", dijo. Carros de combate y artillería rusa "destruyeron" posiciones georgianas en la capital osetia, según las agencias rusas.
El comandante de las fuerzas rusas de interposición, Marat Kupajmetov, refirió que la ciudad había quedado "casi totalmente destruida". Al caer la noche, el presidente georgiano anunció que a pesar de la resistencia, sus fuerzas ocupaban casi toda Osetia, incluida la capital.
Las fuerzas georgianas "controlan todo el territorio de Osetia del Sur, excepto Djava", una localidad al norte de la capital, declaró Mijail Saakashvili en un mensaje televisado. En Djava, un puerto de montaña entre Osetia del Norte (en territorio ruso) y Osetia del Sur, cientos de soldados o "voluntarios" rusos ascendían el viernes, encaramados a tanques, camiones o autobuses, para cruzar la frontera.
Saakashvili anunció la "movilización total" para hacer frente a una "intervención militar de gran envergadura". El primer ministro ruso, Vladimir Putin, le dijo al presidente estadounidense, George W. Bush, que hay voluntarios rusos dispuestos a combatir a las fuerzas georgianas en Osetia del Sur y que sería "difícil retenerles", informaron fuentes rusas en Pekín, donde ambos dirigentes participan en la inauguración de los Juegos Olímpicos.
El presidente georgiano comparó la situación con las invasiones soviéticas de Checoslovaquia en 1968 y de Afganistán en 1979 y dijo que si no se castiga a Moscú, "el mundo entero tendrá problemas".
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió abrir un "corredor humanitario" para evacuar a los heridos. Estados Unidos y Francia, en calidad de presidente en ejercicio de la Unión Europea, enviarán una delegación conjunta para intentar obtener un cese del fuego en Osetia del Sur, informó una fuente diplomática europea en Washington.
Estados Unidos "apoya la integridad territorial de Georgia y exhorta a un alto el fuego inmediato", declaró el portavoz del departamento de Estado Gonzalo Gallegos. Georgia es una ex república de la Unión Soviética que quiere adherirse a la Organización del Tratado el Atlántico Norte (OTAN).
El Consejo de Seguridad de la ONU manifestó en la madrugada del viernes su preocupación, pero sin lograr consenso para votar una declaración promovida por Rusia que reclamaba el fin de la violencia.
Fuente: AFP