Los siete atentados terroristas que sufrió en la noche del viernes París, dejó como saldo al menos 129 víctimas fatales y más de 350 heridos, muchos de ellos de gravedad, según informó el fiscal de esa ciudad, Francois Moulin.
El ataque de mayor envergadura se produjo en el teatro Le Bataclan, en el Boulevard Voltaire, en el distrito XI, donde varias personas ingresaron con fusiles AK-47.
Dicha sala se encuentra a 200 metros de donde estaba la redacción de Charlie-Hebdo. Los terroristas irrumpieron en medio de un concierto de un grupo de rock. Según el relato de testigos que pudieron escapar, los atacantes dispararon contra el público y luego contra el escenario.
El presidente Francois Hollande definió el hecho como “un horror” y aseguró: “Daremos batalla contra el terrorismo. Francia será implacable” para reprimir a los autores de esta tragedia “sin precedentes”.
Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls, advirtió al Ejército Islámico que responderá a los atentados perpetrados ayer en París. "Quiero decir a los franceses que estamos en guerra. Sí, estamos en guerra", manifestó el funcionario, a la vez que agregó: "Vamos a actuar y a golpear a ese enemigo" yihadista "para destruirlo".
El fiscal de París François Molins confirmó que los atentados fueron perpetrados por “tres equipos de terroristas que estaban muy coordinados” y precisó que hasta ahora son 129 los muertos y 352 los heridos contabilizados por las autoridades de la ciudad.
Molins advirtió que ese balance es ‘desgraciadamente provisional‘, ya que 99 personas están hospitalizadas en estado crítico.
De acuerdo con la información de la Justicia de ese país, murieron siete terroristas en los seis atentados. Tres de los hombres se inmolaron en los alrededores del estadio de Francia donde se jugaba el partido amistoso Francia-Alemania al hacer explotar los chalecos de explosivos que llevaban.
En la noche del viernes, luego de conocerse los trágicos episodios, el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama envió un mensaje de apoyo al pueblo francés y dijo: “Otra vez más, vemos un intento escandaloso por aterrorizar a civiles inocentes”.
El papa Francisco expresó su pesar por los hechos: "Estoy conmocionado, no entiendo estas cosas, hechas por seres humanos (...). No hay justificación religiosa ni humana. No es humano", manifestó.