Cientos de usuarios del servicio de correo electrónico de Google, entre ellos, funcionarios estadounidenses y de varios países asiáticos, activistas políticos chinos, personal militar y periodistas, fueron víctimas de un ataque masivo a sus cuentas, y la empresa señaló que el origen de esa campaña tuvo lugar en territorio chino.
Desde su blog oficial, la compañía explicó que el origen de estos ataques cibernéticos fue detectado en Jinan, China.
"Hemos dado parte a las víctimas y hemos asegurado sus cuentas. Además, hemos dado parte a las autoridades gubernamentales", aseguraron en el comunicado.
Desde China, las autoridades salieron a responder las acusaciones.
"Pasar la pelota a China es inaceptable", señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Hong Lei.
"La declaración aparentemente sugiere que el Gobierno chino apoya los ataques cibernéticos y es un montaje. Tiene segundas intenciones", dijo Kong en una conferencia de prensa.
La empresa de Internet cree que los hackers pretendían supervisar el contenido de esas cuentas. Según señalaron, es probable que los piratas hayan robado las contraseñas para modificar los parámetros de envío y acceso a los correos.