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Gran Bretaña: Cameron quiere restringir la inmigración europea

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afp
París

A seis meses de las elecciones generales, y ante la posible convocatoria a un referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea, el primer ministro británico, David Cameron, anunció ayer un plan para controlar el ingreso al país de ciudadanos de la UE, que –según expertos– contradice uno de los principios básicos comunitarios: la libre circulación de ciudadanos.

Consciente de que aplicar sus medidas exigirá que se modifiquen algunos tratados europeos, algo muy difícil de imaginar, el primer ministro amenazó con dejar la UE si Bruselas las rechaza. “Si hacen oídos sordos a nuestras inquietudes y no podemos encarrilar nuestra relación con la UE, por supuesto que no descarto nada”, dijo.

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Las medidas prevén que un inmigrante europeo que no haya encontrado trabajo en seis meses deberá irse y que, para tener derecho a ayudas sociales, deberá haber trabajado al menos cuatro años en el país.

“Sin duda, aplicar este paquete de medidas en su conjunto necesitará cambios en los tratados”, afirmó el primer ministro conservador, “pero los británicos no quieren una inmigración sin límites, y tampoco que no haya inmigración. Quieren una inmigración controlada, como quiero yo”.
El plan también prevé reducir el número de familiares que un inmigrante ya establecido puede traer al país, agilizar el proceso de expulsión de personas condenadas por mendicidad y reforzar la vigilancia para evitar matrimonios por conveniencia.

En 2013, la inmigración neta anual de europeos hacia el Reino Unido fue de 260 mil personas. Acosado por el éxito electoral del partido eurofóbico UKIP, Cameron había prometido durante la última campaña electoral reducir esa cifra a unas pocas decenas de miles de personas.

El líder del UKIP, Nigel Farage, que exigía al gobierno británico la aplicación de cuotas para la inmigración europea e incluso la deportación de inmigrantes legales, criticó las medidas anunciadas por Cameron.

Para Farage, Cameron “debe excusarse ante los británicos por haber faltado a sus promesas electorales” y por haber presentado “propuestas que no son realistas”.

“Cameron sabe que algunas de las cosas que propuso hoy serán rechazadas en los tribunales europeos”, escribió Farage en su cuenta de Twitter.

Obstáculos. La primera ministra alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, han recordado a Cameron en varias ocasiones que la libre circulación de personas es uno de los principios sagrados de la UE. Ayer, la portavoz del Ejecutivo europeo, Margaritis Schinas, dijo que la UE está dispuesta a discutir las propuestas de Cameron “tranquila y cuidadosamente”.