La princesa Beatriz, hija del príncipe Andrés de Inglaterra y de Sarah Ferguson, decidió tomarse un año sabático antes de comenzar la universidad y tiene desde ayer un nuevo trabajo: es vendedora personal de los clientes VIP de Selfridges, el reconocido establecimiento de Oxford Street en la ciudad de Londres.
La princesita, que deberá acostumbrarse a un trabajo de ocho horas diarias, asesorará en sus comprar a magnates, futbolistas y celebridades que reservan su turno en la famosa tienda para ser atendidos de forma exclusiva.
Uno de los clientes se sorprendió al ver a Beatriz trabajando en el lugar. "La vi apresurada, con una brazada de ropa, dirigiéndose hacia la sección de Gucci. Pensé: 'Mira, parece Fergie'. Entonces, caí que se trataba de su hija mayor, la princesa Beatriz", dijo a la revista Hola.
Los testigos de su primer día de trabajo dicen que su debut en el mundo laboral fue bastante exitoso. Vendió un vestido de verano de Matthew Williamson de más de 1.000 euros, una campera de Burberry de 400 y un par de jeans marca James de más de 200.