La doctora Hilda Molina pasó por la embajada argentina en Cuba y sacó visa para viajar a la Argentina. Lo hizo con el pasaporte otorgado por las autoridades cubanas y con la autorización para salir de la isla con destino a nuestro país, según informó este mediodía la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El anuncio lo formuló la Primera Mandataria a través de una comunicación telefónica con los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno, desde la residencia de Olivos, según el portal de internet de la agencia oficial de noticias Télam
Si bien aún no se informó la fecha del viaje, Cristina calificó la posibilidad como una "muy buena noticia" por la cual "tenemos que reconocer y agradecer el gesto del gobierno de Raúl Castro".
Hilda Molina, de 66 años, fue diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular por el Partido Comunista de Cuba. Como neurocirujana, en 1989 fundó el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), uno de los institutos de medicina más prestigiosos del mundo, y ganó una decena de condecoraciones del gobierno cubano.
El conflicto diplomático comenzó en 1994 cuando su hijo, el médico Roberto Quiñones, se exilió en Argentina y comenzó a reclamarle al gobierno de Fidel Castro que le permita viajar a Molina y a su madre, Hilda Morejón Serantes, quien hoy tiene 89 años. Quiñones se casó con una argentina y quería que su madre y su abuela viajaran al país para conocer a sus hijos.
Desde entonces, Hilda Molina renunció al CIREN, se distanció del regimen comunista y comenzó el reclamo, siempre denegado, para poder viajar. En 2004, Quiñones pidió a la cancillería argentina, entonces encabezada por Rafael Bielsa, que interceda a su favor: el presidente Néstor Kirchner escribió una carta a Fidel Castro con ese pedido, que fue rechazado.
Las gestiones de la diplomacia argentina continuaron, apoyadas por organismos de Derechos Humanos y la presión de cubanos exiliados . Recién el año pasado, Hilda Morejón Serantes pudo viajar a conocer a sus bisnietos.
