Cuando Hillary Clinton era candidata a senadora por Nueva York, una de sus estrategias de campaña tuvo que ver con la declaración de impuestos. Un hombre vestido de Tío Sam llamado Tax Man perseguía al republicano Rick Lazio exigiendo saber los motivos de su demora para presentar declaración.
Ahora es Hillary la que se demora en hacerlo, y ante la insistencia de la prensa prometió que lo haría "alrededor" del 15 de abril. Si rival en la interna demócrata, Barack Obama, ya lo hizo. El republicano McCain también se ha demorado. Tanto los Clinton como McCain se posicionan entre los más ricos del Capitolio.
Como informa una nota del Miami Herald, las tardanza de Clinton y McCain desconciertan a algunos grupos de fiscalización del gobierno, que señalan que candidatos presidenciales anteriores no tuvieron problemas en entregar sus declaraciones con tiempo. ''Esto es parte de los récords públicos que los votantes han esperado. Las preocupaciones surgen cuando se retiene algo'', afirmó Sheila Krumholz, del Centro de Política Responsable, una organización sin fines de lucro que examina dinero y política.
Hillary también se niega a dar los nombres de los donantes para la biblioteca presidencial Bill Clinton en Little Rock, Arkansas y a la fundación del ex presidente. Asegura que lo hará cuando llegue a la Casa Blanca.