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Holandeses y ucranianos recordaron ayer a las 298 víctimas del Boeing 777 de Malaysia Airlines que cayó hace un año alcanzado por un misil sobre el este de Ucrania, un crimen aún sin esclarecer.
En la zona donde cayó el avión –que cubría la ruta Amsterdam-Luala Lumpur–, cerca del pueblo de Hrabove, en la región de Donetsk, pobladores realizaron una procesión hasta una iglesia local, bajo la vigilancia de milicianos separatistas.
En Nieuwegein, Holanda, el primer ministro holandés, Mark Rutte, agradeció “la paciencia y confianza” de las familias de las víctimas de aquella tragedia sin esclarecer.
Las autoridades holandesas anunciaron que recién en octubre divulgarán el informe final de la investigación. De todos modos, ya se produjeron filtraciones del documento, que considera a los rebeldes prorrusos de Donetsk como los principales sospechosos de haber disparado el misil que alcanzó al avión.
Juicio internacional. Por su parte, Malasia presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución, que se tratará el martes, para crear un tribunal internacional que juzgue a los responsables. Esta propuesta fue tildada por el presidente Vladimir Putin como “prematura” y “contraproducente”.
Según la CNN, el Consejo de Seguridad de Holanda, órgano que investiga lo sucedido con el vuelo MH17, ha enviado su informe al resto de los países que participan en las pesquisas y también a la empresa Boeing. En él se establece que “el avión malayo se cayó el 17 de julio de 2014 después de sufrir el impacto de un misil disparado desde tierra por una lanzadera Buk, de fabricación rusa. El informe indica desde dónde fue lanzado el cohete e identifica a quienes controlaban ese territorio. Los rebeldes fueron los responsables del derribo del MH17”.
La investigación del Comité de Instrucción de Rusia insiste en que la aeronave cayó a causa de los disparos de un avión de combate, y sugiere que fue obra de la aviación ucraniana. “La versión prioritaria, según nuestros datos, basados en los resultados de informes periciales, indica que el avión fue derribado por un cohete aire-aire. Es más, los expertos dicen haber precisado el tipo de misil y no es de producción rusa”, declaró el miércoles Vladimir Markin, portavoz del Comité de Instrucción.
