Pese a que el Ejército de Honduras expresó ayer en un comunicado que no se opondría a su eventual regreso al poder de ser ése el resultado de "un proceso de negociación en el marco del Acuerdo de San José", el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, descartó este domingo hacer trato alguno con los golpistas y anunció que organizará un frente cívico de resistencia desde la ciudad de Ocotal, en la frontera con Nicaragua, por lo que no viajará esta semana a San José ni a Washington como tenía previsto.
En los tres breves puntos que difundieron ayer, los militares hondureños hicieron un guiño a la solución que intenta lograr el mediador y actual presidente costarricense Oscar Arias, quien promueve la restitución de Zelaya bajo ciertas condiciones consensuadas con el gobierno golpista. Sin embargo, lejos de creerles en el entorno del gobernante exiliado piensan que esta es una trampa de las Fuerzas Armadas para terminar secuestrando a su líder.
"Sabemos el modus operandi para capturarlo. Sería secuestrado en una zona de la frontera, donde tienen escondidas a tropas especializadas en operaciones nocturnas", confesó al diario español El País un ministro que acompaña a Zelaya en Ocotal, quien agregó que también los han "informado" de la presencia "de francotiradores en árboles y torres de comunicación". No obstante, el funcionario admitió que el dado por el Ejército hondureño es "un primer paso en el camino correcto".
Por su parte, en una conferencia de prensa que dio en la posada donde "acampa", en cuyo derredor se encuentran decenas de seguidores suyos que cruzaron la frontera, Zelaya desmintió cualquier posibilidad de acuerdo con quienes lo destituyeron diciendo: "¡No hay negociaciones con los golpistas, no hay!.
A continuación, el líder hondureño agradeció la solidaridad de la comunidad internacional, pero aclaró que "debe ser más fuerte" y llamó especialmente a Estados Unidos a acentuar la presión sobre los golpistas, así como a "dejar de decir que hay negociaciones".
El mandatario dijo que finalmente no viajará esta semana a una cumbre en San José ni a Washington porque "no puedo dejar aquí a la gente que está viniendo de Honduras", y porque desde Ocotal pretende "organizar y apoyar el frente nacional cívico de resistencia contra el golpe que está dando una batalla cívica todos los días".
Grupos de entre 20 a 50 personas ingresan a la localidad fronteriza de Las Manos a través de montañas, para evadir los obstáculos y retenes militares sobre la carretera y se han instalado en Ocotal, en condiciones precarias. "Hay mucha gente sufriendo dentro del país. Hemos resistido 28 días firmes y de frente no ha habido un minuto de descanso", terminó diciendo Zelaya.
A continuación, los tres puntos del comunicado que el Ejército de Honduras publicó en su sitio de Internet:
1. Que las Fuerzas Armadas son respetuosas de la Constitución y de las leyes, por lo cual reafirmamos nuestra subordinación a la autoridad civil en consecuencia con los principios de legalidad y obediencia debida.
2. Que como institución respaldamos una solución a la problemática que atraviesa nuestro país mediante un proceso de negociación en el marco del Acuerdo de San José. Asimismo, reiteramos nuestro apoyo irrestricto a los resultados de la misma, conforme a nuestra Constitución y demás leyes.
3. Las Fuerzas Armadas como institución nacional cumplen y seguirán cumpliendo las misiones que le señala la Constitución y las leyes de la República.
Más allá de este comunicado, los militares también se expresaron a través del jefe del Estado Mayor hondureño, general Romeo Vásquez, quien tras declarar en una entrevista radial que no dispararán contra los seguidores de Zelaya que se ubiquen en la frontera dijo que estudia demandar por calumnias a Zelaya, debido a la acusación de querer asesinarlo que le hizo.
Fuente: AFP y elpais.com.