Dilma Rousseff recibirá hoy la banda presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva y se convertirá en la primera mujer en gobernar Brasil, en una ceremonia a la que asistirán los jefes de Estado de Bolivia, Colombia, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Portugal, Corea del Sur y Venezuela, y en la que se destacará la ausencia argentina.
Entre los invitados también estarán el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón: la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton; y el presidente de Palestina, Mahmud Abás, en agradecimiento a la reciente decisión de Brasil de reconocer al Estado palestino, respaldada por Argentina y otros países de América Latina. El anuncio generó críticas en Israel, que en la investidura será representado por personal diplomático.
Los actos comenzarán a las 14.30 (una hora antes en Argentina), cuando Rousseff llegue a la Catedral de Brasilia, en la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida en la que están todos los edificios del poder público. Allí, y si la lluvia pronosticada lo permite, Rousseff iniciará un recorrido por la avenida en un Rolls Royce descapotable.
Estará escoltada por agentes femeninas de la Policía Federal, para mantener a raya a las 20.000 personas que se espera que asistan. El recorrido terminará en el Congreso, donde Rousseff prestará juramento y dará su primer discurso. Luego se dirigirá a la Casa de Gobierno, donde Lula Da Silva le hará una entrega simbólica del Palacio, informó la agencia EFE.
Dilma Rousseff, economista de 63 años, llegó a la presidencia tras una primera vuelta electoral en la que obtuvo el 46,4 por ciento de los votos, y una segunda vuelta en la que venció con el 55,9 por ciento al candidato opositor José Serra, quien obtuvo el 44 por ciento, a fines de octubre pasado.
Llegará al poder con el respaldo de Lula Da Silva, el mentor de quien hereda buena parte de su gabinete y que abandona la presidencia tras ocho años y con un 87% de imagen positiva.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue una de las primeras en felicitar a Dilma tras su victoria, con la frase "Bienvenida al club de las compañeras de género". Por eso sorprendió su decisión de no asistir a la ceremonia de pase de mando, que fue justificada por el canciller Héctor Timerman al decir que "fue un año complicado" por ser "la primera fiesta que pasa sin su compañero" Néstor Kirchner.