Madrid - El presidente de la
Conferencia Episcopal Española (CEE),
Ricardo Blázquez,
pidió hoy perdón por las "actuaciones concretas" de los miembros de la iglesia durante la
Guerra Civil española (1936-1939), postura que revisa el tradicional apoyo del catolicismo
al franquismo.
"En muchas ocasiones tendremos motivos para dar gracias a Dios por lo que se hizo y por las
personas que actuaron, y en otros momentos ante actuaciones concretas, sin erigirnos orgullosamente
en jueces de los demás, debemos pedir perdón y reorientarnos", dijo el obispo Blázquez.
El mensaje fue pronunciado en la
Asamblea Plenaria de la CEE, donde el prelado agregó que
"la purificación de la memoria, a que nos invitó Juan Pablo II, implica tanto el
reconocimiento de las limitaciones y de los pecados como el cambio de actitud y el propósito de la
enmienda".
Leído como despedida de su cargo como jefe del episcopado español, el mensaje constituye
una notoria corrección de la posición histórica de la iglesia católica española
que siempre se consideró víctima de la II República (1931-1936) y de la Guerra Civil (1936-1939),
en la cual se encolumnó mayoritariamente junto al general
Francisco Franco.
Blázquez añadió que la Iglesia "desea que se haga plena luz sobre el pasado:
Qué
ocurrió, cómo ocurrió, por qué ocurrió y qué consecuencias trajo", según citó el
diario español
El Mundo.
No obstante, advirtió que "no es acertado volver al pasado para reabrir heridas, atizar
rencores y alimentar desavenencias".
Para el diario madrileño
El País
, "el perdón reclamado ahora por Blázquez contrasta con la actitud asumida por la
Iglesia en tiempos de su antecesor, el cardenal Antonio María Rouco, quien hoy se encontraba en el
plenario.
"La Iglesia, en la guerra civil, fue sujeto paciente y víctima", había dicho en 2000 el
entonces portavoz de la CEE, hoy obispo de Córdoba, Juan José Asenjo.
Blázquez extendió la autocrítica al "decenio de los treinta" y recordó al cardenal Vicente
Enrique y Tarancón como el hombre que aplicó el progresista Concilio Vaticano II y que fue
"instrumento eficaz de reconciliación" tras la muerte del dictador Franco, comentó El País.
"Podemos reconocer que la Iglesia estuvo a la altura del momento histórico; y la sociedad
española quedó en general satisfecha de la transición de un régimen a otro", señaló en relación al
pasaje de la dictadura de Franco a la democracia.
En otra parte de su discurso, Blázquez afirmó que
"recordamos la historia no para enfrentarnos sino para recibir de ella o la corrección por
lo que hicimos mal o el ánimo para proseguir en la senda acertada".
Hace pocos días el Vaticano beatificó a 498 "mártires" católicos de la Guerra Civil española,
entre ellos dos obispos, varios sacerdotes y numerosos religiosos, pero excluyó a los religiosos
del bando republicano que también fueron asesinados o perseguidos.
Sobre esta cuestión, Blázquez dijo que "aunque nosotros nos referimos a los mártires
cristianos, mostramos nuestro respeto a las personas que han mantenido sus convicciones y han
servido a sus causas hasta afrontar las últimas consecuencias".
Las beatificaciones de los mártires, añadió, "no supone desconocimiento ni minusvaloración
del comportamiento moral de otras personas, sostenido con sacrificios y radicalidad".
Fuente:
Télam