Los restos de las últimas personas que quedaron atrapadas debajo del puente derrumbado en Miami fueron recuperados la noche de este sábado. El puente peatonal de la Universidad Internacional de Florida, una plataforma de concreto y acero de 950 toneladas, cayó el pasado jueves causando la muerte de nueve personas y dejando casi veinte heridos.
“Pienso que este es el conteo final”, dijo el director del Departamento de la Policía de Miami, Juan Pérez. “Estamos bastante seguros de que no queda nadie”. El último automóvil retirado de debajo de los escombros quedó irreconocible. Era una camioneta Chevrolet irreconocible. El chasis casi había desaparecido. Solo se podían reconocer las ruedas. En su interior había tres personas cuyos cuerpos, aplastados por toneladas de cemento, solo podrán ser reconocidos con análisis de ADN.
Tras retirar cada cadáver del puente colapsado, los rescatistas hicieron un minuto de silencio y una oración antes de que el vehículo aplastado fuera trasladado a la oficina de los médicos forenses para identificar a las víctimas, informó el diario “El Nuevo Herald” de la ciudad estadounidense. El trabajo para retirar este auto, según la policía, fue “un proceso laborioso y tedioso”.
El puente de 53 metros de largo y 950 toneladas de peso, ubicado en el recinto de la Universidad Internacional de Florida, se desplomó sobre una carretera de siete carriles aplastando a una serie de vehículos. El puente iba a ser inaugurado para peatones a principios de 2019. Dos días antes del desplome y de las deliberaciones de los ingenieros hubo además una advertencia telefónica de grietas a la que no se prestó atención, comunicó el Departamento de Transporte de Florida.
Según el diario "The New York Times", horas antes del accidente un ingeniero intentó informar a un empleado de transporte sobre su observación, pero cómo éste no estaba en la oficina el hombre dejó un mensaje en su contestador. Según un comunicado emitido por las autoridades, hacía referencia a "algunas grietas en el extremo norte del puente", pero las calificó de "no relevantes desde el punto de vista de la seguridad".
