Conrad Murray, el último médico de Michael Jackson, fallecido el 25 de junio pasado, fue imputado de homicidio involuntario por la muerte del "rey del pop", anunció la oficina del fiscal de Los Angeles.
En un comunicado, se declaró que Conrad Murray, de 56 años, es sospechoso de haber "matado a Michael Jackson, sin premeditación". Los abogados de Murray ya indicaron que se entregaría a las autoridades.
Jackson murió el 25 de junio a los 50 años en Los Angeles, tras una sobredosis de medicamentos y una intoxicación con el anestésico propofol. El doctor Murray siempre reconoció que había administrado propofol a Michael, poco antes de su muerte. Pero según él se debió al insistente pedido del músico, que lo utilizaba como somnífero.
Poco después de anunciarse los cargos, miembros de la familia de Michael Jackson, incluidos sus padres, Katherine y Joe, y sus hermanos Tito y LaToya, llegaron al tribunal donde una gran cantidad de periodistas esperaban noticias. También se habían congregado los seguidores del músico, con pancartas en las que se leía "Justicia para Michael Jackson" y "El mundo quiere justicia para Michael", corroboró un periodista de la agencia internacional AFP.
El caso por homicidio contra Murray fue armado tras una larga investigación que incluyó allanamientos a las oficinas del médico en Houston y en Las Vegas. Michael Jackson murió veinte minutos después de recibir la inyección de propofol, mientras el doctor Murray se había ausentado unos minutos. Según sus propias declaraciones a la Policía, Conrad Murray se dio cuenta al regresar a la habitación que el cantante no respiraba, pero demoró más de una hora en llamar a los servicios de emergencia.
Había sido contratado como médico personal de Michael Jackson en mayo de 2009, un mes antes de su muerte, el 25 de junio. El ícono de la música pop preparaba entonces su gran regreso a los escenarios con la gira "This is it!"
Fuente: AFP