Mientras los principales líderes mundiales debaten la organización de un nuevo orden financiero global para superar la crisis más profunda del capitalismo, un escándalo surgió en el seno del FMI, que pretende jugar un papel en la salida del colapso. El organismo confirmó ayer que abrió una investigación a su director, el francés Dominique Strauss-Kahn, de 59 años, casado, por supuesto nepotismo vinculado a relaciones íntimas con una subordinada.
El escándalo moja las playas de la Argentina, ya que la subordinada mentada, Piroska Nagy, fue esposa del ex presidente del Banco Central Mario Blejer a quien el periódico neoyorquino The Wall Street Journal señaló como el autor de la denuncia.
El reportaje reveló la investigación, que el Fondo contrató a un estudio jurídico para llevarla adelante, y que se apunta a determinar si Strauss-Kahn pagó una indemnización sobredimensionada a la mujer húngara, que trabajaba en el departamento Africa y se desvinculó en agosto de la entidad, en el marco de reestructuración del organismo.
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