La Justicia argentina intenta verificar si es verdad que el prófugo Moshen Rabbani, ex agregado cultural de la embajada iraní y principal sospechoso de haber organizado el atentado contra la AMIA, ha viajado varias veces desde Teherán a Brasil, con pasaporte falso.
Fuentes de Interpol Argentina confiaron a DyN que ese departamento de la Policía Federal, a cargo del comisario Horacio Rodríguez, ya se comunicó con las autoridades de Brasil y funcionarios del país vecino para chequear la veracidad de las informaciones vertidas el fin de semana por el semanario paulista "Veja".
Mientras tanto, el fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, también confirmó que requerirá información al respecto porque -según confirmó en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN)- Rabbani "es un personaje peligroso y con actuación comprobada".
Según Nisman, resulta "altamente preocupante" que Rabbani haya podido entrar a Brasil "sin dificultad" y que "no se lo detenga". Por ahora, personal de Interpol Argentina está rastrillando información en Brasil, pero -dijeron las fuentes- "hasta ahora no se pudo corroborar la información publicada por esa revista".
"Ahora se están controlando los movimientos migratorios y se está esperando la información de Brasil, pero todavía no hay ningún dato concreto que permita dar por acreditada la presencia de Rabbani en Brasil", dijeron voceros policiales.
A fines del año pasado el diario Folha De Sao Paulo publicó en base a fuentes policiales que en 2008 Rabbani hizo dos viajes a Brasil, donde vive su hermano.
Este último fin de semana la revista dio a conocer un informe especial sobre la supuesta presencia en Brasil de agentes de la red islámica Al Qaeda y aseguró que Rabbani presuntamente saldría de Irán con dirección a Brasil e ingresaría en el país vecino, donde tendría algunos negocios.
También consignó que un hermano de Rabbani supuestamente vive en Brasil y viajaría a Irán con militantes islámicos para recibir allí adoctrinamiento ideológico y formación militar, presuntamente de cara a futuros atentados terroristas en el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
Rabbani era consejero cultural de la embajada iraní en Buenos Aires el 18 de julio de 1994 cuando estalló la bomba que demolió la sede de la AMIA, causando 85 muertos, y fue acusado de la supuesta compra de la camioneta Trafic que terminó cargada con los explosivos y usada como 'coche bomba' para el ataque.
Por ello, sobre él pende un "alerta roja" de captura de Interpol, junto al ex presidente de Irán entre 1989 y 1997, Alí Akbar Hashemi Rafsanjani; el ex ministro de Información y seguridad hasta 1997, Alí Fallahjan; el ex ministro de Relaciones Exteriores de Irán Ali Akbar Velayati y el ex comandante de la Guardia Revolucionaria Moshen Rezai.
La lista se completa con el jefe del Servicio de Seguridad Exterior del Hezbollah Imad Fayez Moughnieh (también buscado por Estados Unidos por el ataque a la embajada de Israel), el ex tercer secretario de la embajada Ahmad Reza Asghari y el ex comandante de las fuerzas QUDS iraníes Ahmad Vahidi. Desde hace al menos cuatro años la investigación judicial por la voladura de la AMIA tropieza en sus empeños por avanzar sobre la llamada 'conexión internacional', porque Irán ha protegido a los funcionarios de ese país que están sospechados de haber participado en la masacre y sobre quienes la Justicia argentina ha pedido captura internacional.
Fuente: DyN.