Tras la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear, Teherán alertó que está dispuesto a enriquecer uranio “sin límites”, lo que reavivó la posibilidad de reanudar su programa nuclear militar y, por lo tanto, de un conflicto a gran escala en Medio Oriente. “No puede hacer nada de nada”, le advirtió el ayatolá Ali Jamenei al presidente Donald Trump, en un mensaje que reveló la ira de Teherán con la Casa Blanca.
Por estas horas, la República Islámica evalúa continuar con la vía diplomática o entrar en un enfrentamiento abierto con Occidente. El ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, inicia hoy una gira diplomática por China, Rusia y Bruselas, con el fin de obtener el apoyo de los otros firmantes del acuerdo de 2015, que permitía el desarrollo de un programa nuclear con fines pacíficos, al tiempo que levantaba las sanciones económicas.
Esas gestiones diplomáticas no aplacaron a buena parte de la población iraní, que se manifestó ayer en las calles en contra del gobierno de Estados Unidos. Decenas de miles de personas marcharon por las principales ciudades del país al grito de “muerte a EE.UU. y muerte a Israel”, al tiempo que exigían al presidente Hasan Rohani abandonar el pacto nuclear.
Arshin Adib-Moghaddam, profesor de la Universidad de Londres, explicó que Teherán enfrenta tres posibles escenarios tras la decisión de la Casa Blanca. “El primero es que renegocie el JCPOA (siglas en inglés del acuerdo) para asegurarse que se mantengan las obligaciones legales de los otros firmantes, en particular Alemania, Francia y el Reino Unido, y que esos países compensen la violación del acuerdo de la administración Trump”, confió a PERFIL. Rohani dialogó ayer por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, a la que le pidió que se garantice la continuidad de la venta de petróleo y gas iraní, así como también la fluidez de las relaciones bancarias. “El segundo escenario es que Irán reanude parcialmente el enriquecimiento de uranio y que renegocie todo el tratado”, agregó. “Y finalmente, que Irán abandone el acuerdo si no está en consonancia con su interés nacional”, concluyó Moghaddam, autor del libro Psico-nacionalismo: pensamiento global, imaginaciones iraníes.
El ala más dura de la Revolución, conformada por Jamenei y los altos mandos militares, enfatizó que nunca debían haber firmado un compromiso con Washington. “Este incidente no tendrá un impacto decisivo en nuestros intereses nacionales”, declaró Mohammad Jafari, jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica. Los uniformados cobraron relevancia en las últimas horas, luego que Israel atacara posiciones de las Fuerzas Al Quds en Siria, en represalia a un bombardeo iraní a los Altos del Golán.
Sanciones. Trump firmó un decreto que reimpone las sanciones que habían sido levantadas tras el acuerdo nuclear. Ellas entrarán en vigor entre agosto y noviembre, según informó el Departamento del Tesoro. Dentro de 90 días se reanudarán las medidas contra las compras de dólares estadounidenses por parte del gobierno de Irán, contra la adquisición de deuda iraní y el comercio de oro y otros metales preciosos. En tanto, se restringirá la compra de petróleo y productos petroquímicos iraníes a partir del 6 de noviembre, así como las transacciones con el Banco Central de Irán.
Rohani, consciente de la escalada, endureció ayer su retórica: “Los Estados Unidos deberían saber que no pueden renegar alegremente de sus compromisos internacionales sin pagar un costo”.
Tras la jugada de Trump, la dirigencia iraní se debate entre apostar por la diplomacia o reactivar cuanto antes su plan
nuclear.
Renunció el jefe de inspectores de la OIEA
El jefe de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) presentó ayer su renuncia, dos días después que Estados Unidos se retirase del acuerdo nuclear con Irán. Si bien no se comunicaron las razones de la inesperada dimisión de Tero Varjoranta, se especuló que obedecía a un malestar del funcionario con la Casa Blanca.
El OIEA vela por la no proliferación nuclear y estaba a cargo de la verificación del cumplimiento del acuerdo. “Las actividades de salvaguardia de la agencia se seguirán llevando adelante de una manera muy profesional”, anunció el vocero el organismo. Varjoranta, que ocupaba el cargo de jefe de inspectores desde finales de 2013, fue sustituido temporalmente por Massimo Aparo, el actual director de la oficina de verificación en Irán. El gobierno de Trump había manifestado que quería que continuasen las inspecciones del organismo, pese a la retirada de su país del acuerdo nuclear.