El arresto de 15 marines ingleses por la policía iraní está generando un nuevo conflicto internacional entre Europa y Teherán. Tras severas acusaciones por parte de funcionarios iraníes a la intrusión en sus aguas por parte de Gran Bretaña, el general de la República Islámica Alireza Afshar anunció hoy que los detenidos "confesaron" haber entrado de manera ilegal a las aguas territoriales, en tanto la Unión Europea y emitió un comunicado exigiendo la inmediata liberación de los soldados.
La presidencia alemana de la UE "pide la liberación inmediata" de los 15 marinos británicos capturados el viernes en aguas del Golfo por Irán, indicó el jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter Steinmeier, este sábado en Berlín.
En Teherán, en tanto, afirman que los marinos británicos detenidos el viernes por sus fuerzas armadas en el norte del Golfo "confesaron" haber entrado ilegalmente en aguas territoriales.
El gobierno de Irán había condenado más temprano la "infiltración ilegal de Gran Bretaña en aguas iraníes", en relación con el incidente ocurrido el viernes y que culminó con la detención de 15 "marines" del país europeo, según informó la agencia de noticias ISNA.
El portavoz del Ministerio del Exterior iraní, Mohammad Alí Hosseini, afirmó que "el acto hostil y de interferencia británico fue sospechoso y contrario al derecho internacional, por lo que no hay justificación para (que Londres) no se haga responsable", según despacho de DPA.
El viernes, quince infantes de marina británicos fueron detenidos por buques de guerra iraníes.
El Ministerio de Defensa en Londres subrayó que el hecho se registró en aguas iraquíes, mientras que Teherán confirmó poco después el incidente, pero denunciando la "constante infiltración" británica en aguas persas.
La detención se produjo tras una inspección rutinaria de un barco mercante frente a las costas de Irak, realizada por dos buques de la marina británica, según los informes de Londres.
Los "marines" fueron arrestados cuando abordaron el barco, ante la sospecha de que realizaba contrabando de crudo iraquí y armas.
El Ministerio del Exterior iraquí se quejó hoy de las protestas de Londres por un hecho al que calificó de "nueva infiltración de la armada británica en aguas iraníes".
Además, Teherán exigió explicaciones del gobierno británico sobre el asunto y garantías de que incidentes de este tipo no se repitan, y señaló que los soldados permanecerán detenidos mientras dure la investigación en curso.
En tanto, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Margaret Beckett, convocó el mismo viernes al embajador iraní en Londres para pedir la inmediata puesta en libertad de los 15 soldados.
La detención ha agudizado aún más las tensas relaciones entre el Reino Unido e Irán debido al cuestionado programa nuclear de Teherán.
Londres defiende en el Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de sanciones a Irán por no desmantelar este programa, con el que Occidente teme que pueda desarrollar armas nucleares.
Además, Londres ha vuelto a acusar a Irán de incitar a los rebeldes mediante armas y dinero para que ataquen a las tropas británicas estacionadas en Basora, en el sur de Irak.
El comandante de las tropas británicas en Basora, Justin Maciejevski, criticó a Irán por entrometerse en Irak y poner en peligro las vidas de soldados británicos que ocupan ese país junto a los de Estados Unidos.
La detención de los "marines" no es el primer incidente de este tipo. En julio de 2004, la Marina iraní detuvo en Shatt el Arab, un río en el que desembocan el Eufrates y Tigris, a tres botes patrulleros británicos y arrestó a ocho soldados.
Fueron mostrados a la televisión iraní atados y con los ojos vendados. Posteriormente, fueron liberados tras cuatro días de negociaciones.
En aquel momento los británicos admitieron que probablemente debido a un error de navegación los botes ingresaron en aguas persas. Sin embargo, esta vez Londres descartó categóricamente esa posibilidad desde el principio.
Fuente: Télam