El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad tiene previsto anunciar este lunes en Teherán una "buena noticia" sobre el programa atómico en ocasión del "día nuclear nacional", desafiando una vez más a la comunidad internacional.
La jornada fue instituida luego del anuncio, hace un año, de que Irán llevaría su enriquecimiento de uranio a un nivel de 3,5%. Este anuncio agravó considerablemente la crisis en torno al programa nuclear iraní.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha exigido en tres resoluciones (1696, 1737 y 1747) que Teherán suspenda todas sus actividades de enriquecimiento de uranio, sin éxito.
El jueves pasado, el principal negociador para asuntos nucleares de Irán, Alí Larijani, volvió a descartar tal posibilidad, en una conversación telefónica con Javier Solana, el jefe diplomático de la Unión Europea (UE). "La suspensión del enriquecimiento no puede ser ni la condición previa ni el resultado de las negociaciones" con el grupo 5 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania), sostuvo Larijani, responsable del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional.
En sus dos últimas resoluciones, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aplicado sanciones contra el programa atómico y balístico iraní, y Estados Unidos no ha ocultado que pretende reforzarlas en caso de que la República Islámica no dé marcha atrás.
"El pueblo iraní tendrá pronto noticias sobre el desarrollo (del programa) nuclear", anunció Ahmadinejad, antes de que la Organización Iraní de la Energía Atómica precisará el lunes que se tratará de una "buena noticia".
Ahmadinejad irá el lunes hasta la planta de enriquecimiento de Natanz (en el centro de Irán). El verdadero núcleo del sitio de Natanz, la planta industrial, se encuentra en inmensas galerías subterráneas, protegidas de eventuales ataques aéreos por gruesas capas de hormigón.
El diario reformista Etemad Amelli dio a conocer este sábado que Ahmadinejad anunciará el "lanzamiento de una cascada de 164 centrifugadoras de enriquecimiento de uranio" en dicha planta. A mediados de febrero, Irán comunicó a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que había instalado dos cascadas de 164 centrifugadoras cada una y que acabaría la instalación de otras dos. Teherán aclaró que la infraestructura no había sido puesta en marcha. El objetivo declarado de Teherán es de proveerse en un primer período de un "módulo" de 18 cascadas unidas entre ellas para un total de unas 3.000 centrifugadoras.
Un módulo de esas características permite teóricamente obtener en un plazo de seis a doce meses suficiente uranio enriquecido para fabricar una bomba atómica.
Fuente: AFP