Israel comenzó esta mañana a concentrar tanques y tropas en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel, preparándose para lanzar en las próximas horas una operación terrestre. La ofensiva aérea lanzada ayer por Israel dejó ya más de 300 muertos, incluyendo mujeres y niños, y unos 1.000 heridos, según informaron autoridades palestinas. Convirtiéndose de este modo en uno de los días más sangrientos de los 60 años del conflicto israelí-palestino.
En la frontera norte, cerca del paso de Erez, estaban estacionados al menos 16 tanques, mientras llegaban varios más, transportados sobre camiones militares. Varios vehículos de transporte de tropas también estaban estacionados en el sector. A unos 50 km más al sur eran descargados unos 10 tanques.
Por otra parte, se instalaron carpas del ejército israelí en el sector, al cual llegaron soldados con equipo de combate. Israel decidió movilizar a unos 6.500 reservistas, según anunció un alto responsable gubernamental, haciendo temer una ofensiva terrestre en Gaza.
"El gabinete aprobó la movilización de 6.500 reservistas. Esta movilización incluye a unidades de combate y unidades de la defensa pasiva", indicó este alto funcionario al terminar la reunión semanal del gobierno.
A pesar de los pedidos internacionales para el cese de la violencia, tanto el Ejército hebreo como los grupos radicales palestinos continuaron hoy con los ataques. Una portavoz militar israelí aseguró que ya son más de 40 los cohetes y proyectiles de mortero lanzados sobre territorio hebreo. Los disparos alcanzaron un rango de 30 kilómetros.
Aviones israelíes bombardearon una reducida porción de territorio no habitado en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto. Según testigos palestinos en la localidad de Rafah, el ataque tuvo como objetivo túneles utilizados para el contrabando fronterizo. La operación no dejó heridos.
Fuente: AFP y DPA