La Unesco aprobó ayer un texto sometido por siete países árabes con el objetivo de "salvaguardar el patrimonio cultural de Palestina y del carácter distintivo de Jerusalén Este" que ignora el vínculo milenario entre el el judaísmo y la Explanada de las Mezquitas, llamada por los judíos Monte del Templo.
Jerusalén Este es la parte palestina de Jerusalén ocupada desde 1967 por Israel, y anexionada posteriormente, y que los palestinos quieren que sea la capital de su futuro Estado. Es ahí donde se halla la ultrasensible Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam, y lugar más sagrado para los judíos. En este punto se elevaba el segundo templo judío destruido por los romanos en el año 70.
El texto, impulsado por los palestinos y los países de Egipto, Líbano, Argelia, Marruecos, Omán, Catar y Sudán, determina que Jerusalén es sagrada tanto para el judaísmo, el cristianismo y el islam, no obstante, en una sección especial se especifica que la Explanada de las Mezquitas es sagrada solo para los musulmanes, no incluye su denominación en hebreo, Har HaBayit, ni su equivalente en inglés, Temple Mount.
Israel había tratado de suavizar la resolución, no obstante 24 de los países miembros votaron a favor, seis en contra y 26 se abstuvieron. Por ello, este viernes Israel anunció que suspende su cooperación con la Unesco.
En una carta dirigida a la directora general de la Unesco, Irina Bokova, y publicada en Twitter, el ministro israelí de Educación, Naftali Bennett, acusa a esta organización de aportar un "apoyo inmediato al terrorismo islamista" y anuncia la suspensión por la comisión israelí de la Unesco de "todas sus actividades profesionales con la organización internacional". Esta decisión se traduce en el rechazo a reunirse con representantes del organismo o a participar en conferencias internacionales, precisó el ministerio.
"Tras la vergonzosa decisión de los miembros de la Unesco de negar la historia e ignorar miles de años de lazos judíos con Jerusalén y el Monte del Templo he notificado a la Comisión Nacional de Israel para la Unesco que suspenda todas las actividades profesionales en la organización internacional", señaló el ministro israelí.
Benet considera que "los terroristas de mañana pueden recibir inspiración y legitimación en el acto deplorable de la Unesco" por lo que solicita al mundo que se oponga "abiertamente y en voz alta" a la resolución que aprobó la organización.