El gobierno italiano está por anunciar el plan gradual para el fin del confinamiento, aunque los especialistas piden prudencia pese a que los indicadores son alentadores.
“La situación epidemiológica ha mejorado significativamente”, dijo ayer el profesor Silvio Brusaferro, presidente del Instituto Superior de Salud (ISS), conocido por su cautela.
“El número de pacientes con síntomas está disminuyendo cada día”, agregó.
Italia registró ayer por quinto día consecutivo una caída en el número de enfermos, 321 menos, para sumar un total de 106.527. La cantidad de muertes –420 y 25.969 en total– también fue menor y también se redujo el número de internados en terapia intensiva.
Los expertos indicaron que el famoso R0, el ritmo de reproducción del virus, hoy está estable entre 0,2 y 0,7 en todas las regiones. El 10 de marzo, fecha del inicio del confinamiento, estaba entre 2 y 3, lo que significa que cada contagiado contaminaba un promedio de dos a tres personas.
¿Cuál debe ser el índice para decretar el fin del confinamiento? “Para todo epidemiólogo debe ser cero. Pero es obvio que un país no puede soportar más de dos o tres meses de encierro”, resumió Rezza.
Sabiduría y severidad. Después de ocho semanas de aislamiento, Italia y su frágil economía (se pronostica una caída del 8% del PBI en 2020) deberán reactivarse gradualmente a partir del 4 de mayo. El decreto del gobierno con el plan será divulgado pronto.
“Cada sector que se abre genera riesgos, aumenta los contactos entre las personas y así como la probabilidad de nuevos contagios. Debemos tomar decisiones que impliquen el menor riesgo posible”, dijo el virólogo Fabrizio Pregliasco.
Brusaferro reiteró ayer que “el virus sigue circulando. Debemos ser muy cuidadosos en todo el país”, afirmó.
Si no se respetan las medidas de protección y el distanciamiento durante la llamada “fase 2”, el índice R0 necesita “dos semanas, tal vez menos” para superar la barrera de 1 e inmediatamente crece la curva de contagio, advirtió.
“Es muy bajo el número de personas inmunes. Alrededor del 90% no han tenido contacto con el virus. Estamos muy lejos de la inmunidad de grupo”, explicó. “Las medidas de distanciamiento no pueden levantarse de ninguna manera. Al contrario, deben ser más rígidas”, insistió Rezza.
Ni fiestas ni aglomeraciones. “La idea es reactivar las actividades productivas, comerciales, la movilidad y observar si se logran mantener los valores bajos. Gradualmente vamos a salir, pero no para llevar la misma vida que hacíamos antes, hasta que no tengamos las terapias y, lo más importante, la vacuna”, dijo Brusaferro.
“Despídanse de las calles y transportes públicos llenos de gente”, agregó.
Italia realiza ahora muchos tests para detectar pacientes asintomáticos y poder aislarlos. Pero para eso, y para descargar la aplicación en el móvil que rastrea a los contagiados, herramientas claves de la “fase 2”, la decisión depende de cada ciudadano.
“En resumen, podemos ir al parque. Pero no podemos organizar una fiesta en el parque”, concluyó Brusaferro.