La imagen de la carretera de Gran Kanto completamente destruida demostró la fuerza del terremoto que el 11 de marzo azotó al pueblo japonés. Pero ahora la asombrosa velocidad con la que fue reconstruida pone de relieve la capacidad del país para salir adelante.
Los trabajos de reparación comenzaron el 17 de marzo, a sólo seis días del terremoto, y en poco tiempo el tramo destrozado de la autopista Gran Kanto, en Naka, quedó como nuevo. Ayer la autopista estaba lista para que los autos comenzaran a circular.
En Japón, muchos trabajadores regresaron a sus puestos de trabajo el día después del terremoto y posterior tsunami. Algunas empresas de las regiones más afectadas ya han reabierto sus puertas.
La catástrofe del país asiático atrajo inversores como el estadounidense Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo. Buffet dijo que la catástrofe que provocó más de 23.000 muertos y desaparecidos representaba una “gran oportunidad de inversión” en el mercado.
Sin embargo, en Japón la situación se sigue viviendo con dramatismo. Anoche varios patrulleros con altavoces recorrieron las calles de Tokio después de que los niveles de radiación de la planta nuclear dañada en Fukushima llegaran a más del doble del nivel de seguridad permitida para los niños de un año o menos.
Los supermercados se vaciaron rápidamente de botellas de agua en muchas partes de la ciudad. El gobierno también pidió a las madres que no dieran agua de la canilla a sus bebés y que se asegurasen de que la leche que les den de tomar no viniera de vacas del distrito de Fukushima.
"Están diciendo que el agua es perjudicial para los niños porque sus cuerpos son más pequeños y el yodo dañino puede acumularse en sus glándulas”, dijo Yasuke Harade, empleado de una tienda, de 29 años.
"Pero, ¿podemos realmente creer que es seguro para los adultos beber el agua? ¿Se puede cocinar arroz con agua de la canilla? ¿Podemos tomar té o café? Nos están diciendo que podemos, pero ¿es verdad?", se cuestionó.
Sumado a este estado de incertidumbre, dos fuertes terremotos sacudieron la devastada costa este ayer. Los cincuenta valientes empleados que trabajan desde hace días en la planta junto con los bomberos tuvieron que evacuar el lugar de inmediato.
Fuente: The Daily Mail.