El régimen libio intentaba el domingo recuperar el control con ataques aéreos contra los insurgentes y manifestaciones de "victoria" en Trípoli, y dijo haber recobrado varias ciudades, lo que negó la insurgencia, que sin embargo pierde terreno.
En el 20 día de insurrección, el coronel Muamar Kadafi se declaró favorable al envío de una comisión de investigación de "Naciones Unidas o de la Unión Africana" para evaluar la situación. También esgrimió los espectros de Al Qaeda y de una masiva migración a Europa.
El hijo del líder libio, Saif al Islam, afirmó que Libia corría el riesgo de convertirse en "una Somalia del Mediterráneo", con "piratas ante las costas de Sicilia, de Creta" y con "millones de emigrantes". La revuelta adquiere ahora los tintes de una guerra civil y la televisión estatal libia anunció que las fuerzas fieles al coronel Kadafi se dirigían a Bengasi, feudo de la oposición a unos 1.000 km al este de Trípoli.
El ejército libio intentó en los últimos días lanzar una contraofensiva para detener el avance de los insurgentes, bombardeando Ajdabiya y Brega, al oeste de Bengasi. Pero la insurgencia, una mezcla de jóvenes sin verdadera experiencia de combate y de militares que se unieron a la oposición, logró pese a todo avanzar hasta la ciudad petrolera de Ras Lanuf, a 300 km al sudoeste de Bengasi.
La televisión estatal Al Libya aseguró que las fuerzas de Kadafi habían recuperado Misrata, así como Ras Lanuf y la ciudad de Tobruk, todos entre Trípoli y la frontera con Egipto. El vicecanciller libio Jaled Kaaim confirmó el domingo a la prensa que Zauiya, Misrata y Ras Lanuf están "bajo nuestro control, eso está confirmado".
La televisión mostró imágenes de miles de personas que celebraban la "victoria contra los terroristas" en la Plaza Verde de Trípoli, así como en Sirte, la ciudad natal del "Guía de la Revolución", y en Sebha (sur). Pero los rebeldes, que desde el 15 de febrero se alzaron contra Kadafi, negaron de inmediato validez a esos informes. En Ras Lanuf, periodistas de la AFP comprobaron además que esa ciudad seguía en manos de los insurrectos que la habían tomado el sábado, aunque el domingo por la mañana la aviación de Kadafi llevó a cabo dos ataques.
Los bombardeos no dejaron víctimas, según los primeros informes, aunque provocaron movimientos de pánico en la población, que corría por las calles en busca de refugio. En cambio, los intensos combates obligaron a los insurgentes a retirarse de Bin Jawad, a unos 30 km de Ras Lanuf, desde donde habían esperado avanzar hasta Sirte, que se halla unos 160 km más hacia el oeste. Según fuentes médicas esos combates dejaron al menos dos muertos y 30 heridos, entre ellos un periodista francés.
Pero los insurgentes desmintieron en cambio que las fuerzas de Kadafi hubiesen retomado Tobruk, cerca de la frontera con Egipto. En Misrata (150 km al este de la capital, tercera ciudad del país), los tanques de Kadafi bombardeaban la ciudad, indicaron residentes, pero la localidad seguía bajo el control de los rebeldes, según uno de éstos y un habitante. "Los tanques disparan hacia el centro de la ciudad, cerca del local de la radio.
El éxodo. En total, 191.000 personas abandonaron el país y unas 10.000 se dirigían hacia la frontera egipcia, según la misma fuente. En el plano político los rebeldes seguían organizándose. El Consejo Nacional creado por ellos el 27 de febrero se reunió por primera vez el sábado y se declaró "único representante de Libia".
Fuente: AFP