Los rebeldes libios anunciaron una recompensa de unos 1,7 millones de dólares por la captura del líder libio, Muamar Kadafi, “vivo o muerto”, mientras se registraba ayer un intercambio de disparos entre el barrio donde está el cuartel general tomado ayer y el vecino barrio de Abu Slimel, bastión de las tropas leales al dictador.
Varias calles del centro de Trípoli estaban desiertas debido a la presencia de francotiradores defensores del régimen diseminados por la capital, según los rebeldes, que también eran atacados con disparos cerca del aeropuerto.
Tras la toma, el martes, del complejo de mando de Kadafi, que se encontraba vacío al llegar los rebeldes, anunciaron una recompensa de casi 1,7 millones de dólares (2 millones de dinares) por la cabeza de Kadafi, vivo o muerto.
Esta iniciativa, financiada por hombres de negocios libios, cuenta con la aprobación del Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano político de la rebelión.
“Los miembros del círculo cercano (de Kadafi) que lo maten o lo capturen tendrán una amnistía garantizada por el pueblo”, indicó el presidente del CNT, Mustafá Abdeljalil.
¿Dónde está? Entretanto, persiste el misterio sobre el lugar donde podría hallarse el dictador que volvió a desafiar a la rebelión.
En un discurso transmitido por un sitio web de la televisora dirigida por su hijo Saif al Islam, dijo que había salido de su residencia en una “retirada táctica” y exclamó: “victoria o muerte”.
Con paradero desconocido, Muamar Kadafi podría según la rebelión refugiarse en Sirte, su ciudad natal, o en el desierto, a menos que opte por un eventual exilio en Sudáfrica, Venezuela o Nicaragua.
Situación actual. El presidente francés Nicolas Sarkozy, tras una reunión con el número dos de la rebelión libia Mahmud Jibril, aseguró que debe preparar la era post Kadafi, tendrá lugar el 1 de septiembre en París.
Los rebeldes libios se enfrentaban inesperadamente ayer a fuerzas leales en Ben Jawad (este), que impedían el avance insurgente hacia el feudo kadafista de Sirte, anunció un portavoz militar.
Los combates ya causaron más de 400 muertos y 2.000 heridos desde que el sábado los rebeldes lanzaron el asalto a Trípoli.
Una treintena de periodistas extranjeros retenidos desde el domingo en el hotel Rixos del centro de Trípoli fueron liberados ayer por la tarde. Mientras, cuatro periodistas italianos fueron secuestrados el día de ayer.