Contra el eje de Estados Unidos. Los presidentes que asisten a la XIV Cumbre de Países No Alineados que se realiza en la capital cubana de La Habana llegaron a un primer acuerdo tácito: lamar a la unidad del Tercer Mundo para enfrentar las amenazas de la “única superpotencia mundial”, los Estados Unidos.
El más contundente a la hora de reproducir la opinión de los líderes cumbristas fue Hugo Chávez, quien aseguró que “el imperialismo norteamericano continúa elaborando planes y lanzando conspiraciones contra los gobiernos de Cuba y Venezuela, satanizando cualquier intento de justicia y reivindicación de nuestros valores”.
Las palabras del bolivariano quedaron henebradas con las de su colega iraní, quien también había criticado a la administración de Bush aunque de manera menos explícita.
Sólo un rato antes, Mahmud Ahmadinejad había hecho un llamado a la unidad entre los países que integran el Movimiento de NOAL y señalado que es el único “mecanismo adecuado” para enfrentar las amenazas actuales.
“Mientras los países miembros de los NOAL se esfuerzan para crear un orden justo y libre, somos testigos de la tiranía, de la injusticia y la agresión a los derechos de los pueblos”, aseguró Ahmadinejad, en referencia al enfrentamiento entre su gobierno y el de Bush por el programa iraní de enriquecimiento de uranio, que según EE.UU tiene “ambiciones atómicas”.
Por su parte, Raúl Castro, presidente interino de Cuba mientras su hermano Fidel se recupera de una enfermedad, llamó a los 55 jefes de Estado presentes en la Cumbre a cerrar filas contra las políticas de Estados Unidos. “Unámonos todos estrechamente, concertemos las crecientes fuerzas de nuestro vigoroso Movimiento en las Naciones Unidas para exigir justicia económica para nuestros pueblos, para que cese el dominio sobre nuestros recursos y el robo de nuestro sudor”, exhortó Castro.
La Cumbre de los No Alineados comenzó la sesión de cierre
En el último día, más de cincuenta países firmarán un acuerdo que buscará relanzar el movimiento y posicionarse frente a las políticas de las potencias mundiales.
La XIV Cumbre de Países No Alineados (NOAL) llegó a su fin. Con la última ronda de deliberaciones este sábado, el encuentro –sin Fidel Castro y bajo la presidencia de su hermano Raúl– que reunió a más de cincuenta gobernantes y delegados de 118 países llegarán a un acuerdo con la firma de una declaración para relanzar el movimiento y la aprobación de un documento crítico hacia las políticas de las potencias mundiales.
En la sesión que abrió Castro poco después de las 9 de la mañana, estaba previsto que continuarían los presidentes Evo Morales; Alfredo Palacio (Ecuador) y Martín Torrijos (Panamá) así como líderes de Asia y África. Pero después de Castro, si bien el turno era para el presidente boliviano, Morales dio la nota cuando no hizo uso de la palabra en el Palacio de Convenciones de La Habana, aunque estaba anotado en la lista de oradores.
Es que el mandatario aymará recibió ayer la noticia de la renuncia con carácter “irrevocable” de su ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, en medio de un duro enfrentamiento entre la principal empresa extrajera en Bolivia, la brasileña Petrobras, y el gobierno de ese país.
Además, los funcionarios suscribirán esta noche una declaración que reúne la posición del Noal en temas vertiginosos como la situación en Líbano tras la guerra, la autonomía palestina, y las crisis en Irán, Venezuela y Cuba. Según adelantaron los delegados, el borrador del texto incluirá también fuertes críticas en documentos paralelos a la política internacional estadounidense y a la de uno de sus principales aliados, Israel, al que se condena en duros términos por la ofensiva en Líbano y la relación con los palestinos.
De hecho, durante las intervenciones del jueves, varios presidentes llamaron a revitalizar el movimiento y constituirlo en un activo agente político mundial para enfrentar las “agresiones”, la globalización y reformar organismos como Naciones Unidas.
Ese día, a poco de iniciar la primera sesión, Fidel Castro –que se encuentra en reposo tras una cirugía intestinal que lo obligó a delegar el poder temporalmente en su hermano Rául– fue designado por unanimidad presidente de la Cumbre por el próximo trienio, casi una treintena de años después de haber ejercido el mismo cargo. La cita será en Egipto dentro de tres años.