INTERNACIONAL
US$ 900.000 millones

La furia de Trump complica el apoyo económico por la pandemia

El magnate la emprendió contra el proyecto, votado por los republicanos, a los que critica por no apoyar sus denuncias de fraude en las elecciones.

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Cierre. La actitud del presidente postergará el estímulo aprobado por el Congreso. Reclama llevar el apoyo de 600 a 2.000 dólares, algo que su propio partido rechaza de cuajo. | afp / dpa

En una nueva muestra de su encono hacia su propio partido por no avalar sus denuncias de fraude en las elecciones de noviembre, en las que fue derrotado por Joe Biden, Donald Trump insiste con sus duras críticas al paquete de estímulo económico por la pandemia y al nuevo presupuesto de Defensa, dos leyes aprobadas por el Congreso con amplio apoyo de los republicanos.  

Desde que el lunes se aprobó el gigantesco paquete de estímulo económico, por 900 mil millones de dólares, el mandatario ha multiplicado las críticas al proyecto, por entender que debería distribuir más dinero entre los ciudadanos. 

Por otra parte, Trump vetó el miércoles la partida presupuestaria de Defensa, a la que calificó una “vergüenza” que beneficia a China, Rusia y a las empresas tecnológicas. 

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Se trata de dos proyectos de ley aprobados por el Congreso con una amplia mayoría bipartidista, y respaldadas por la máxima dirigencia del partido Republicano. 

Consecuencias. Ayer, Biden advirtió que puede haber “consecuencias devastadoras” para millones de ciudadanos en dificultades por el impacto económico de la pandemia si Donald Trump no firma el enorme paquete de estímulo económico aprobado por el Congreso.

Tras meses de negociaciones, los legisladores aprobaron el lunes un paquete de apoyo a la economía por unos 900.000 millones de dólares, pero Trump lo rechazó pidiendo, entre otras cosas, un aumento de las ayudas directas a los hogares. 

“Esta abdicación de responsabilidad tiene consecuencias devastadoras. Hoy, alrededor de 10 millones de estadounidenses perderán los beneficios del seguro de desempleo”, advirtió Biden, en referencia a la expiración a partir de ayer de las prestaciones por desempleo en plena crisis por el Covid-19.

“En solo unos días, la financiación del gobierno expirará, poniendo en riesgo servicios vitales y los cheques de pago del personal militar. En menos de una semana, expira una moratoria sobre los desalojos, lo que pone a millones de personas en riesgo de verse obligadas a abandonar sus hogares durante las fiestas”, agregó en un comunicado. 

En un video publicado el martes, Trump, quien dejará el cargo en menos de un mes, calificó el proyecto de ley de 900 millones de dólares como “una vergüenza”, a pesar de que fue aprobado por una gran mayoría demócrata y republicana tras meses de negociaciones. 

En su mensaje, el presidente, que se niega a aceptar su derrota en las elecciones de noviembre, exige a los congresistas que el plan multiplique por más de tres el monto de una nueva ayuda directa para los estadounidenses. 

China. La legislación fue diseñada para servir de salvavidas a las empresas y las familias que tratan de capear el colapso económico producido por la pandemia de coronavirus. Pero en una declaración pregrabada hecha en la Casa Blanca y publicada en Twitter, Trump dijo que se negaría a aceptar el proyecto de ley sin cambios. 

“Le estoy pidiendo al Congreso que enmiende este proyecto de ley y aumente los ridículamente bajos 600 dólares a 2.000 dólares, o 4.000 dólares para una pareja”, dijo. Su posición lo enfrenta con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quienes han descartado cualquier medida de estímulo mayor. 

De hecho, el rechazo republicano frustró el jueves un intento de los demócratas de aprobar una medida independiente en el Congreso para aumentar el pago a todos los contribuyentes que ganan hasta 75.000 dólares al año, con cantidades más pequeñas para aquellos que ganan hasta 99.000 dólares. 

Biden reclamó a Trump actuar con rapidez. “La demora significa que más pequeñas empresas no sobrevivirán a este invierno oscuro por falta de acceso al rescate que necesitan, y los estadounidenses enfrentarán más demoras para obtener los pagos directos que merecen lo más rápido posible para ayudarlos a lidiar con la devastación económica causada por el Covid-19”, dijo Biden.

Sin embargo, Trump continúa presionando para aumentar la cantidad de pagos directos a ciudadanos previstos por el paquete, sin aludir a si firmará o vetará el proyecto de ley.

“Simplemente quiero para nuestra gran gente 2.000 dólares, en lugar de los miserables 600 dólares que están ahora en la ley”, tuiteó ayer el mandatario. 

“Por qué los políticos no querrían dar a la gente 2.000 dólares, en lugar de solo 600 dólares? No fue su culpa, fue China. Denle a nuestra gente el dinero!”, tuiteó Trump en referencia el Covid-19, al que suele referirse despectivamente como “el virus chino”.

Los legisladores, mientras tanto, continúan esperando ver de qué manera procederá el mandatario saliente con el gasto de fin de año y el paquete de ayuda, que incluye una nueva ronda de pagos directos de 600 dólares y ayuda para los estadounidenses desempleados, las familias y las empresas que luchan por la crisis que provocó la pandemia.

Trump condenó el proyecto de ley, diciendo que incluye demasiadas disposiciones que no tienen nada que ver con la pandemia y que es demasiado escaso con los pagos a los estadounidenses promedio.

Defensa. También ayer, Trump redobló sus críticas a la partida presupuestaria de Defensa que vetó el miércoles. La Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, por sus siglas en inglés) y dotada con 740.000 millones de dólares, fue aprobada por ambas cámaras con más de la mayoría de dos tercios que se necesitarían para anular un posible veto de Trump. Sin embargo, no se descarta que varios legisladores republicanos puedan ponerse del lado del presidente.

El mandatario se opone a la legislación por dos puntos. El primero es un desacuerdo de larga data y se concentra en un epígrafe, incluido en la versión final del proyecto de ley, que requeriría que las bases e instalaciones militares confederadas se renombren en un plazo de tres años, para evitar nombres vinculados al bando confederado durante la Guerra de Secesión del siglo XIX.

Además, lo ha criticado porque no incluye una derogación de una sección, la 230, que brinda un escudo legal a las empresas de tecnología, reciente objetivo del mandatario. El proyecto de ley también rechaza la intención de Trump de retirar tropas estadounidenses de Alemania y Afganistán.

“No voy a quedarme de brazos cruzados y ver cómo se aprueba esta vergüenza de ley sin contener a las grandes tecnológicas. Hay que acabar con la sección 230 ahora, antes de que sea demasiado tarde. Es horrible para nuestro país. Demuestren coraje y hagan lo correcto”, tuiteó. 

En un mensaje posterior, Trump reiteró que la partida “es un regalo para China, Rusia y las grandes tecnológicas. No solo fracasa a la hora de poner fin a la sección 230, un peligro internacional, sino que nos impide traer a nuestras tropas de vuelta a casa, donde pertenecen, y convierte el 5G en algo casi imposible”, concluyó.

 

 

Sigue sin aceptar la derrota: “Fue una elección del Tercer Mundo”

ANSA

A menos de un mes de abandonar la Casa Blanca, Donald Trump insiste con que la elección presidencial se la “robaron”, acusa a los republicanos y al FBI de “no hacer nada” y “solo dejarlo pasar”, y asegura que hasta los comicios presidenciales de Afganistán “son mucho más seguros y están mejor organizados” que en Estados Unidos.

“Un joven militar que trabajaba en Afganistán me dijo que las elecciones en Afganistán son mucho más seguras y están mucho mejor organizadas que las elecciones de 2020 en Estados Unidos”, tuiteó. “La nuestra, con sus millones y millones de boletas por correo corruptas, fue la elección de un país del tercer mundo”, destacó.

“La Corte Suprema de los Estados Unidos ha sido totalmente incompetente y débil en el fraude electoral masivo que tuvo lugar en las elecciones presidenciales de 2020”, tuiteó ayer el mandatario, que deberá dejar la Casa Blanca el 20 de enero.

“Tenemos una prueba absoluta, pero ellos no quieren verlo”, continuó el republicano, quien en realidad no presentó ninguna prueba que demostrara fraude en algún estado. “Si tenemos elecciones corruptas, no tenemos país!”, acotó.

El republicano, que según fuentes cercanas intentará volver a la Casa Blanca en las presidenciales de 2014, insistió en que “si un candidato presidencial demócrata tuviera una elección amañada y robada, con pruebas de tales actos a un nivel nunca antes visto, los senadores demócratas lo considerarían un acto de guerra y lucharían hasta la muerte”.

Trump acusó además a Mitch McConnell, que actualmente representa al estado de Kentucky en el Senado y es el líder de la mayoría republicana en el Senado, y a los republicanos en general de “no hacer nada” para defenderlo y “sólo dejarlo pasar”.

Se trata de un mensaje que refleja hasta qué punto el magnate neoyorquino se está quedando sólo en cuanto a sus aliados políticos.

En otro mensaje, el republicano acusó al Departamento de Justicia y al FBI de no haber hecho nada sobre el fraude electoral de las elecciones, “la estafa más grande en la historia” de Estados Unidos “a pesar de la abrumadora evidencia. “Deberían estar avergonzados. La historia lo recordará.

Vale recordar que las 36 causas presentadas por el equipo de abogados de Trump en diferentes estados, fueron todas desechadas.

Finalmente, consideró al demócrata Joe Biden, que ganó las elecciones por una amplia diferencia, como un “presidente de mentira”.