INTERNACIONAL
Estados Unidos

La mujer ejecutada en Georgia quiso morir cantando

Una periodista, que estuvo en la sala de muerte, relató cómo fueron los últimos minutos de vida de Gissendaner.

La mujer quiso morir cantando una canción que asegura que el ser humano puede obtener redimir de sus pecados.
| AP/AFP

Quizás fue la única canción que cantó durante los 17 años que estuvo en prisión Kelly Gissendaner, la mujer norteamericana que fue condenada a muerte por el asesinato de su marido. Por eso, quiso morir con las estrofas de una conmovedora canción en su boca.

Así lo relató Rhonda Cook, periodista del Atlanta Jornal, una de las seis personas que estuvieron en la sala de muerte donde ejecutaron a la primera mujer en 70 años en el Estado de Georgia, Estados Unidos. El papa Francisco había enviado un mensaje a las autoridades un día antes pidiendo misericordia pero no pudo salvarla.

"Me hicieron esperar en una habitación en la prisión de Diagnóstico y Clasificación de Georgia", contó Cook, que ya había sido testigo de otras 14 ejecuciones en ese Estado.

Allí comenzó una larga espera de cuatro horas, hasta que fueron llamados para poder presenciar la muerte de la mujer. “No pudimos ingresar con nuestras computadoras ni con nuestros bolígrafos: las ejecuciones son severamente controladas".

"Finalmente, nos llevaron hasta unos bancos de iglesia de madera, mirando hacia un enorme vidrio que daba a la cámara de ejecución. La camilla, en la que Gissendaner ya estaba atada, tenía un leve declive, con su cabeza elevada. Aún así debía estirar su cuello para ver a los testigos de su muerte impostergable. Una mujer a punto de morir miraba cómo nos sentábamos" , describió Cook.

En uno de los párrafos más encendidos de su texto, la periodista sostuvo que "nunca había visto la ejecución de una mujer. Pero era difícil distinguir que se trataba de una. Tenía un aspecto muy masculino y había aumentado tanto de peso en prisión que era más grandota que otros hombres que ví ser ejecutados".

Acto seguído, Gissendaner miró a uno por uno a la cara. En sala, además, había un sacerdote, una abogada, el jefe de la penitenciaria y personal policial. “Te amo”, le dijo a su abogada. Cuando le preguntaron si quería decir sus últimas palabras, la mujer comenzó a cantar la canción de misa Amazing Grace “hasta que las drogas la desvanecieron”.

“Sublime gracia” (en español) es un himno cristiano que transmite el mensaje de que el perdón y la redención es posible a pesar de los pecados cometidos por el ser humano y de que el alma puede salvarse de la desesperación mediante la gracia de Dios.