Nueva York - El Consejo de Seguridad de la ONU comenzó este miércoles negociaciones sobre nuevas sanciones a Irán, al tiempo que los coautores del proyecto de resolución dijeron estar dispuestos a aceptar ciertas modificaciones para obtener un voto por unanimidad antes del fin de semana.
Los 15 miembros del Consejo se encerraron a estudiar el proyecto que obtuvo el visto bueno de Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia, así como enmiendas propuestas por Sudáfrica, Qatar e Indonesia.
"Vamos a escuchar las reacciones. Le dimos seis días a los colegas para que revisaran el texto", indicó a periodistas el embajador británico ante la ONU, Emyr Jones Parry, antes de entrar a la reunión.
"Espero que si hay sugerencias para mejorar el texto, las recibamos esta tarde", para luego decidir cómo proceder, agregó Jones Parry, uno de los coautores del proyecto, que aumenta las sanciones sobre Irán, por su negativa a detener su programa nuclear, tal y como le exigió el Consejo de Seguridad.
El proyecto será votado "tan pronto como los miembros del Consejo estén listos", destacó. Su colega chino, Wang Guangya, dijo que la votación sería probablemente "la semana próxima".
"En una negociación siempre se procede por etapas, pero nuestro anhelo es que se pueda aprobar ese texto hacia el final de la semana", había señalado no obstante el embajador de Francia, Jean Marc de La Sabliére.
La votación podría desarrollarse en presencia del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien pidió concurrir a la ONU para la ocasión. Estados Unidos ya le otorgó la visa.
El delegado iraní en la ONU, Javad Zarif, dijo que el conflicto sobre el programa nuclear de Irán no se resuelve con la suspensión al mismo tiempo de las sanciones del Consejo de Seguridad y el enriquecimiento de uranio de Teherán.
"La suspensión no es la solución" dijo Zarif, al indicar: "Asumamos que lo imposible no es imposible, y que Irán acepta una suspensión por dos meses, ¿qué ofrecerá la gente del otro lado pasado ese lapso?"
Los medidas contempladas en el proyecto incluyen un embargo sobre las compras de armas a Irán y restricciones voluntarias a las ventas de armamento a ese país. Abarcan también restricciones financieras y comerciales y a los viajes de algunas personalidades iraníes vinculadas al programa nuclear. Alargan asimismo una lista, incluida en la resolución 1737 del 23 de diciembre de 2006, de entidades y personas implicadas en los programas nuclear y balístico de Teherán, cuyos haberes financieros en el exterior deben ser congelados.
Los cinco miembros permanentes del Consejo con derecho a veto (China, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia) se pusieron de acuerdo en el texto la semana pasada al cabo de diez días de negociaciones, que incluyeron a Alemania, miembro del trío europea que negocia con Irán su programa nuclear.
Los países occidentales que apoyan el proyecto dicen que aceptarán enmiendas menores propuestas por Qatar e Indonesia, que pidieron incluir un párrafo con la meta de lograr un "Medio Oriente libre de armas de destrucción masiva". Pero hay fuerte resistencia ante la propuesta sudafricana, que consiste en congelar por 90 días las sanciones de la ONU contra Irán para permitir "conversaciones técnicas en el seno de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y negociaciones políticas" con Irán.
Según de La Sabliére, esa idea "no cuadra con el enfoque del Consejo de Seguridad" sobre el problema nuclear iraní, "que consiste en ejercer una presión gradual" sobre Irán. El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, confirmó este miércoles que Moscú estaba de acuerdo con el resto de los miembros permanentes del Consejo en la idea de presión gradual, sin "sanciones excesivas".
Fuente: AFP