La posición de los opositores en Argentina sobre la política en Venezuela no es homogénea. Mientras sectores de centroizquierda defienden a Hugo Chávez; el PRO, el PJ disidente, parte de la UCR y hasta Hermes Binner ya pusieron sus fichas por el opositor Henrique Capriles, quien volverá a pelear por la presidencia.
Entre los que juegan con Capriles, y establecieron un estrecho vínculo, se destaca el PRO de Mauricio Macri. De hecho en las elecciones presidenciales del 7 de octubre pasado una delegación de opositores, encabezados por Gabriela Michetti y Federico Pinedo, viajaron a apoyarlo. En ese viaje también estuvieron Patricia Bullrich (Unión por Todos), Oscar Aguad (UCR) y Eduardo Amadeo (PJ disidente).
Sin embargo, la relación del PRO con la alianza opositora venezolana, la Mesa de Unidad Democrática (MUD), lleva varios años. Desde el gobierno porteño, el subsecretario de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo, tejió una estrecha relación con Antonio Ledezma, el intendente de Caracas, quien se reunió en varias oportunidades con Macri. Ledezma forma parte del MUD y buscará en abril su reelección como intendente local.
También se estrecharon vínculos con Leopoldo López, titular del partido Voluntad Popular y pre candidato presidencial que acordó acompañar a Capriles. Pompeo viajó a Venezuela junto al secretario General, Marcos Peña, y luego con Miguel del Sel, antes de las elecciones para intercambiar experiencias con los dirigentes del MUD.
El vínculo se abrió hacia Capriles y sus asesores que tomaron nota del formato de campaña que llevó a Macri a la reelección y a Del Sel a una buena elección en Santa Fe. Luego, se pudo ver a un Capriles rodeado de globos, con una campaña “alegre” y con un discurso conciliador similar al que tuvo el líder del PRO. En esas semanas hubo intercambio de mensajes y de cartas entre Macri y Capriles, aunque no se encontraron cara a cara.
De todas formas, los dirigentes del MUD mantienen a los macristas informados de las movidas del chavismo, y vinieron en varias oportunidades a Buenos Aires. “Hay una fluida relación”, cuentan en el PRO. A tal punto que en los últimos meses Macri viene advirtiendo sobre la creciente “chavización” del Gobierno.
En los comicios de octubre el viaje de la oposición fue accidentado: por Twitter intentaron adelantar una supuesta paridad entre Chávez y Capriles. Pinedo y Bullrich se apuraron a consagrarlo ganador. Michetti se plegó: “Las bocas de urna dan un empate hasta ahora!!!”. Pinedo remató: “Uy uy uy gana Capriles”.
Por su lado, el caso más sorpresivo fue el del ex candidato a presidente por el FAP, Hermes Binner, quien dijo que no dudaría en apoyar a Capriles. Rápidamente sus aliados, en especial los diputados Claudio Lozano –viajó a Caracas y estuvo en la Capilla Ardiente despidiendo al bolivariano– y Victoria Donda salieron al cruce de Binner. Aunque ambos dijeron apoyar al chavismo con ciertas críticas a algunas prácticas vinculadas a los viejos caudillos populistas.
Por su parte, la UCR está dividida; mientras que entre los chavistas se encuentran el partido de Pino Solanas, quien estuvo en Caracas, y la izquierda.
