Buñol.- Unas 40.000 personas se arrojaron el miércoles en Buñol toneladas de tomates durante la "Tomatina", una "guerra" anual organizada a finales de agosto desde hace 63 años en esta localidad próxima a Valencia (este).
Los combatientes, entre ellos numerosos turistas asiáticos, británicos, norteamericanos, alemanes, franceses y rusos, usaron para esta gigantesca batalla unas 120 toneladas de tomates bien maduros, llevados en camiones hasta el centro de la ciudad, constató un fotógrafo de la AFP.
La tradición de la fiesta de la Tomatina, que se realiza anualmente cada último miércoles de agosto, nació de una batalla entre amigos a golpe de verduras en Buñol en los años 40.
La región de Valencia, que cultiva en sus huertras todo tipo de frutas y verduras, está considerada junto con Murcia el vergel de España.
Tras un enfrentamiento de aproximadamente una hora a finales de la mañana, los habitantes y empleados municipales de la ciudad comenzaban a limpiar con grandes recipientes de agua las fachadas blancas de la casas manchadas con tomate.
Los participantes, generalmente con el torso desnudo, se dirigieron en cambio hacia el río cercano y aprovecharon centenares de duchas provisorias instaladas para la ocasión para lavarse y deshacerse de las pepitas, pulpa y cáscara de tomate.
Entre las novedades de esta edición, según explicó el alcalde, figura la participación de un fuerte contingente de turistas rusos, así como el equipo español de waterpolo, que quedó quinto en los Juegos Olímpicos de Pekín, que quería conocer este otro entorno "líquido" muy diferente al que utilizan para practicar su deporte.