AFP
Bogota
Las FARC anunciaron ayer la suspensión de la tregua unilateral que habían declarado en diciembre para llevar adelante las negociaciones de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, luego de un bombardeo del Ejército colombiano a uno de sus campamentos que provocó la muerte de al menos 26 guerrilleros.
“No estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la determinación del cese al fuego unilateral e indefinido proclamado, pero la incoherencia del gobierno Santos lo ha logrado, luego de cinco meses de ofensivas terrestres y aéreas contra nuestras estructuras en todo el país”, indicó la guerrilla en su blog.
Desde hace dos años, delegaciones del gobierno de Santos y de las FARC avanzan en unas difíciles negociaciones de paz en La Habana, Cuba.
Ayer, ambas delegaciones suspendieron el diálogo, que iba a discutir el comienzo del desminado de algunas zonas.
El operativo militar contra un campamento de las FARC en las montañas de Guapí, Cauca, unos 480 kilómetros al suroeste de Bogotá, dejó el jueves al menos 26 guerrilleros muertos y un menor de edad herido, en el golpe más duro a la guerrilla desde el inicio de los diálogos de paz. Ayer, Santos, en un discurso que pronució en la Casa de Nariño, sede de la presidencia, rodeado de la cúpula militar, afirmó que se trató de una “acción legítima del Estado”.
El gobierno de Santos ha rechazado una tregua bilateral durante las negociaciones para evitar un fortalecimiento de la guerrilla, pese a que en los últimos meses ambas partes habían dado pasos para reducir la violencia y encaminarse hacia la paz.
La tregua de las FARC, según datos del Ministerio de Defensa, había logrado una reducción de 47% de muertes de combatientes entre enero y abril.
Sin embargo, en la misma zona donde ocurrió el jueves el bombardeo, hace poco más de un mes una emboscada guerrillera provocó la muerte de once militares, un ataque que consternó a la sociedad colombiana, cada vez más desconfiada del éxito de las negociaciones.
Las FARC calificaron esa emboscada de “defensiva”, y Santos autorizó entonces el reinicio de bombardeos contra la guerrilla, que habían sido suspendidos en marzo en señal de buena voluntad.
Diálogo difícil. Para analistas como Jorge Restrepo, miembro del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos (Cerac), el intento de “desescalar” el conflicto entre ambas partes sin alcanzar un cese al fuego definitivo durante los diálogos no ha dado los frutos esperados.
En ese sentido, “la violencia afecta al proceso y no permite a las partes avanzar”, anunció el integrante de la Cerac, quien luego agregó que ya es el momento de poder “acordar muy rápidamente un cese al fuego definitivo”.