Las frías calles neoyorquinas, con intensos vientos cruzados y cientos de turistas sacándose fotos, no reflejan la intensidad con la cual los medios de los EEUU cubren las primarias republicanas y demócratas, las cuales determinarán quiénes se enfrentarán el 4 de noviembre en las elecciones presidenciales de EE.UU. Con McCain como el candidato Republicano, los ojos del país hacen foco en la ardua batalla entre Hillary Rodham Clinton y Barrack Hussein Obama Junior por la candidatura Demócrata.
Nueva York es un estado predominantemente Demócrata que es además la tierra natal de la Senadora Clinton. Ella ganó aquí el duelo con Obama el 5 de febrero en el marco del súper martes, aunque ese día Obama sacó una gran ventaja al ganar 13 estados (contra 9 de Clinton). Ese martes se respiraba política en toda la ciudad. A la salida de las varias estaciones importantes de subte en Manhattan, voluntarios de ambos bandos acechaban a los viajeros en busca de votos y donaciones; notar que en ese entonces, McCain no se había consolidado como el candidato Republicano y que sus seguidores no aparecían por todos lados como los de Obama y Hillary.
Ese día, como si fuera fecha patria, gran parte de la población demostraba su apoyo con botones y carteles. Ese fervor se disipó y la gente ya no hace tan explícito su entusiasmo. No se ven marchas ni se escuchan cantos y hay más representantes de Greenpeace pidiendo donaciones que de Obama o Hillary. Parece que los precandidatos enfocan sus esfuerzos en los estados que serán los próximos en tener elecciones (los más importantes, Pennsylvania el 22 de abril y Carolina del Norte el 6 de mayo, que reúnen 273 delegados).
Pero los medios no han aflojado su cobertura y se dedican de lleno a las primarias. Los triunfos clave de Hillary el martes pasado en Ohio y Texas le devolvieron un poco el envión que tenía antes del super martes. Su estrategia, la de atacar a Obama por su supuesta falta de experiencia (él lleva un solo periodo como senador por Illinois), y su ofensiva contra los medios que, de acuerdo a su campaña, trataban mejor a Obama que a ella, dieron a los periodistas mucho espacio para enfocar la atención del pueblo norteamericano. Las tapas de los diarios y revistas y los noticieros dedican sus espacios más prominentes a la batalla por la candidatura Demócrata y a los ataques por parte de McCain para con sus contrincantes.
Las posibles medidas económicas de cada candidato para contrarrestar la crisis hipotecaria y el congelamiento de los mercados financieros, el ímpetu que lleva Hillary luego de frenar el arrasador paso de Obama (que ganó 11 estados seguidos hasta el martes pasado), el nuevo rol de Bill Clinton y la nueva estrategia que tendrá que aplicar Obama, los tratados de libre comercio (y la situación de NAFTA), y como se solucionará el tema de Florida y Michigan (tuvieron sus primarias antes de la fecha pactada por la Convención Nacional Demócrata y sus resultados fueron cancelados) son los temas que ocupan la agenda mediática en estos días.