Bailando sevillanas en la puerta de su palacio. Así celebró la famosa duquesa su tercer casamiento. Tras pedir permiso al rey de España, y con la ausencia de dos de sus hijos, la española Cayetana FitzJames Stuart, la excéntrica Duquesa de Alba, contrajo matrimonio con su novio Alfonso Díez, luego de varios años de disputas familiares que la llevaron incluso a repartir anticipadamente la cuantiosa herencia dinástica entre sus hijos.
La riquísima aristócrata (85 años) y el funcionario estatal (61) dieron el sí durante una ceremonia católica en toda regla, ante una treintena de invitados, pero que forma parte de una historia completamente insólita. Por la edad de los contrayentes, por sus posiciones sociales, por la millonaria herencia que la duquesa tuvo que repartir para poder casarse con el tercer amor de su vida.
La ceremonia se realizó en la capilla del Palacio de Dueñas, el lujoso palacio familiar en Sevilla. La ciudad quedó repleta de periodistas, fotógrafos, peinetas españolas y abanicos. La duquesa es el personaje más popular de la ciudad, y su popularidad no menguó en las últimas décadas, salpicadas por escándalos familiares.
Por eso el balcón mejor situado para observar la entrada al Palacio de Dueñas se alquiló a un canal de televisión por 8.000 euros. Otros vecinos lograron embolsar entre 4.000 y 5.000 euros por alquilar sus balcones. "51011", fecha de la boda se convirtió en uno de los números más jugados en las loterías, especialmente de cara al gran sorteo del "Gordo de Navidad".
Los vendedores de souvenirs del barrio de Triana están contentísimos, pero la persona de la duquesa trasciende las puertas de la ciudad andaluza, y la etiqueta #bodaduquesa logró convertirse estos días en la más comentada por los españoles en Twitter.
Se trata de una boda atípica como sus protagonistas, y que no logró superar el esplendor de la primera boda de la duquesa, en 1947. En esa ocasión, miles de españoles la vivaron en las calles, y 1000 indigentes fueron invitados a comer al Palacio de Dueñas, donde se celebró el banquete. La grandiosa ceremonia, en plena época franquista, alcanzó el récord de "la boda más cara de la historia".
Hoy -la tercera boda de Cayetana- las cámaras de la televisión esperaron en las puertas del palacio, y sólo el fotógrafo oficial de la duquesa pudo retratarla durante la ceremonia con su vestido de novia diseñado por la firma española Victorio & Lucchino.
El novio Alfonso Díez, con chaqué negro y traje gris, llegó al Palacio de Dueñas acompañado de la madrina del enlace, Carmen Tello, esposa de un torero y gran amiga y compañera de Cayetana de Alba. La nota triste del evento la dieron Jacobo y Eugenia, hijos de la novia, que no asistieron. El primero por estar fuera de país, luego de una pelea con su madre. La segunda, la única entusiasmada con la boda, enfermó de varicela.
Con 85 años, 47 títulos nobles, 14 "Grandezas" de España, 18 nombres, y un patrimonio estimado por la prensa española entre 600 millones y 3.500 millones de euros, Cayetana de Alba termina de protagonizar un capítulo más de su excéntrica y larga vida.
Monárquica de corazón, la duquesa tuvo antes la deferencia de pedir audiencia al rey Juan Carlos para que le diera su bendición. "Estuvo muy cariñoso y adorable con nosotros", dijo en una entrevista. "A Alfonso le dio un gran abrazo, que para mí es el mejor regalo de bodas.
El Rey es lo primero, está antes que nada, y yo solo le deseo lo mejor y que nos dure muchísimos años, ya que no hay otro como él. Sin duda, ese encuentro fue lo que más ilusión me ha hecho. Soy monárquica hasta la médula".
(*) Redactor, especial para Perfil.com