INTERNACIONAL

Los dictadores coreanos matan a sus tíos para cuidar su poder

Kim Jong Un imitó a su padre.

Purga. Jang fue asesinado el jueves por decisión de su sobrino.
| EFE

En los años 70, Kim Jong Il, futuro presidente de Corea del Norte y padre de Kim Jong Un, actual mandatrio, se deshizo de uno de sus tíos, temiendo que éste se conviertiera en un rival político. Ahora, su hijo lo imitó, pero en el caso actual, Jang Song Thaek fue también el mentor del actual líder durante el delicado período de transición al poder. 

La controlada prensa norcoreana difundió esta semana la información sobre los supuestos crímenes de Jang, asesinado este jueves. Casi de un día para otro, Jang se transformó de mentor de su sobrino, el joven líder norcoreano Kim, a “antirrevolucionario criminal” fuera de la ley. Perdió todas sus posiciones oficiales y su imagen fue borrada de los documentales del régimen.

Ex número dos del gobierno y uno de los políticos más aperturistas de Corea del Norte, Jang acabó sus días humillado públicamente y finalmente ejecutado por intentar, según Pyongyang, derrocar al presidente.

Jang, casado con Kim Kyong Hui, hermana del padre del actual presidente, era desde 2010 vicepresidente de la importante Comisión Nacional de Defensa, un cargo que le situaba solo por debajo del “líder supremo”, lo que según observadores lo ponía como número dos en la intrincada escala de poder de Corea del Norte.

Con la muerte inesperada de Kim Jong Il, el 17 de diciembre de 2011, de un infarto de miocardio, Jang se vió en una posición privilegiada para preparar la sucesión en el hijo del líder, Kim Jong Un, su sobrino. Según los observadores del hermético sistema norcoreano, Jang ayudó a Kim a afianzarse en el poder durante el año siguiente.

Jang era también director de la Comisión de Cultura Física y Deportes del Partido de los Trabajadores (PTC), el partido único, cargo que asumió en noviembre de 2012, y desde 2007 estaba al frente del Departamento Administrativo Central del PTC, órgano creado por él mismo para manejar asuntos administrativos del Estado.

Precisamente, el papel de Jang en el Departamento Administrativo Central ha sido, tras su caída en desgracia, objeto de las denuncias del régimen, que le ha acusado de infiltrar a sus acólitos en ese órgano para supuestamente organizar una conspiración contra Kim Jong Un y planear un golpe de Estado.