Los dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamaron este domingo a un nuevo paro nacional para el 18 y el 19 de octubre en demanda de una educación pública gratuita y de calidad, mientras que el Gobierno del presidente Sebastián Piñera los acusó de intransigencia.
Los estudiantes ratificaron la decisión de no seguir en el diálogo con el gobierno luego de que el Ejecutivo les presentara "una propuesta que hace más de tres meses hemos venido rechazando", que no incluye avances hacia la gratuidad del sistema de enseñanza, explicó la dirigente Camila Vallejo.
La clave está en cómo garantizar el acceso gratuito en el sistema educativo más segregado del mundo, producto de las reformas del dictador Augusto Pinochet. El gobierno insiste en facilitarla a través de becas, y no para toda la población, mientras que los estudiantes buscan un mayor protagonismo del Estado, que redistribuya los recursos con una reforma tributaria.
"Cuando hablamos de la gratuidad en el sistema educacional es porque creemos que no tiene que prevalecer el Estado subsidiario, sino un Estado garante", dijo Vallejo. En esa línea, los estudiantes resolvieron seguir movilizados y llamaron a un nuevo paro nacional.
"Hemos decidido hacer un llamado a todos los estudiantes de Chile a que pongan el mayor esfuerzo posible, a no comenzar su segundo semestre, a radicalizar la movilización y a prepararse para tiempos difíciles", dijo el dirigente estudiantil David Urrea.
Ambas partes se acusan mutuamente de haber roto la única y frágil instancia de acercamiento creada en cinco meses de conflicto, que mantiene semiparalizado el sistema educativo chileno, con escuelas y universidades tomadas, por la demanda de una educación pública, gratuita y de calidad que es respaldada por el 80% de la población.
Para Vallejo, "no fuimos los estudiantes los que quisimos romper con esta mesa, sino que fue el mismo Gobierno porque no tenía la capacidad política ni la voluntad de atender las demandas de la gran mayoría del país".
A su vez, el Ejecutivo chileno mantuvo que la mesa de diálogo no pudo avanzar porque el movimiento estudiantil fue "tomado, cooptado y dirigido por los grupos más ultra, los más intransigentes e ideologizados", según señaló el portavoz del Palacio de La Moneda, Andrés Chadwick.
La administración de Sebastián Piñera dejó claro que no se harán nuevas propuestas a los estudiantes, y que los proyectos de ley sobre educación -presentadas sin haber sido discutidas con estudiantes y profesores- seguirán su curso en el Congreso.
En tanto, el Colegio de Profesores dio a conocer los primeros datos de la consulta ciudadana no vinculante que organizó este fin de semana, para conocer la opinión de los ciudadanos interesados sobre las demandas de los estudiantes, y cuyos resultados quieren entregar al gobierno.
Según el Colegio de Profesores, hasta el mediodía del domingo habían votado 1.016.827 personas, 341.000 de ellas a través de internet, y un 90% estaban en contra del lucro en la educación.
Sin embargo, la lectura de Chadwick fue otra. La iniciativa de los docentes es "solo una acción de un grupo gremial que ha decidido consultar a las personas en términos informales", opinó.