Los hondureños votan este domingo al futuro presidente, diputados y representantes municipales en un ambiente de tensión y división en unos comicios organizados bajo el gobierno de facto con los que pretende pasar página al golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya.
Unos 4,6 millones de electores -de ellos, más de un millón en el extranjero- podrán votar entre las 07H00 (13H00 GMT) y las 16H00 (22HOO GMT), aunque dependiendo del número de votantes, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) podría ampliar la apertura de las urnas una hora más.
Los hondureños están llamados a elegir un presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados y los integrantes de 298 corporaciones locales en unos comicios que sólo cuentan con 300 observadores extranjeros invitados por el régimen y 3.000 locales.
La espada de Damocles del miedo y la alta abstención se ciernen sobre estos polémicos comicios, que para unos pretenden cerrar la crisis que ha sacudido al país durante los últimos cinco meses y para otros "legalizar el golpe".
Una caravana improvisada de vehículos con banderas rojiblancas del Partido Liberal, (PL, derecha) y blanquiazules, del Partido Nacional (PN, derecha), rompiendo el silencio electoral exhortaron a la población a que vote. "Cada voto cuenta" decían los 'liberales', que pueden resultar los más castigados tras las guerras entre Zelaya, el presidente de facto Roberto Micheletti -apartado temporalmente de la presidencia-, y el candidato presidencial Elvin Santos.
"Hay gente liberal que está defraudada que no piensa ir a votar. No necesariamente apoya a Zelaya, pero no le gusta lo que ha pasado", dijo a la AFP el analista político Efrain Diaz Arrivillaga. Para los dos candidatos, de los cinco en liza, con más posibilidades de alzarse con el triunfo, Porfirio Lobo, del PN, y Elvin Santos, del PL, las elecciones son la única salida a la crisis. "Las elecciones son más bien la solución", dijo Lobo, mientras que para Santos, la tarea ahora "es construir el futuro y dejar atrás el pasado".
Santos llamó a la comunidad internacional a que "apoye este proceso como ya lo han hecho algunos países", como Costa Rica, Panamá y Perú, mientras que se oponen Argentina, Brasil, Venezuela o España. Estados Unidos dijo que reconocerá al nuevo gobierno si los comicios se desarrollan de manera libre y transparente.
En "Estados Unidos estaremos muy pendientes de lo que pase mañana (domingo)" y se esperan "elecciones libres transparentes y con las condiciones necesarias para restaurar el orden democrático", dijo el embajador estadounidense en Honduras, Hugo Llorens, a la prensa local.
Entre los hondureños que no podrán votar se encuentran el presidente depuesto, Manuel Zelaya, y su esposa Xiomara Castro, refugiados en la embajada de Brasil desde el pasado 21 de septiembre, tras entrar clandestinamente en el país. Zelaya fue derrocado el pasado 28 de junio y en el centro de la polémica estaba precisamente su deseo de ser candidato a la reelección en estos comicios.
En previsión de eventuales disturbios, se ha reforzado la seguridad en torno a la legación brasileña que ahora cuenta con un camión con manguera a presión para repeler manifestaciones. Muchos piensan que Zelaya pueda intentar salir de la embajada, donde le acompañan una veintena de personas.
Los hondureños tendrán al final de la jornada tres presidentes: el depuesto, el de facto y el electo. Las fuerzas de seguridad están en alerta máxima ante el peligro de incidentes, en particular en la capital, donde viven más de un millón de personas, tras el anuncio de la Resistencia contra el Golpe de Estado, un conglomerado de movimientos sociales y sindicatos que apoyan a Zelaya, de boicotear el proceso pidiendo a la población que no salga de casa ni vote. Muchos ciudadanos de barrios populares de la capital incluso han recibido octavillas con amenazas de muerte si votan.
En Olancho, tierra natal de Zelaya y de Lobo, reinaba la calma el sábado. Sin el bombardeo electoral de citas electorales anteriores, nada indicaba que era día electoral, constó la AFP. Unos 30.000 soldados, policías y reservistas han sido movilizados para garantizar la seguridad.
Fuente: AFP: