Dos mil millones de personas -incluidos Sarah Ferguson, Tony Blair, y los presidentes de Francia y EE.UU. - serán las que el viernes miren por televisión la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra. Ninguno fue invitado al evento. Entre ellos también se encuentra el embajador sirio, Sami Khiyami, a quien el Foreing Office (la cancillería inglesa) retiró la invitación porque su presencia “es inaceptable” debido a la represión en ese país.
“La alfombra roja de la boda corre el riesgo de convertirse en sangrienta”, se quejó el diputado laborista Denis MacShane. “Es grotesco que un representante de Siria, que está matando a sus ciudadanos con tanques, se siente en la Abadía de Westmister”. Por eso, y “a la luz de los ataques contra civiles por las fuerzas de seguridad libias” el Gobierno decidió que su presencia sería inaceptable.
También polémica es la presencia del príncipe heredero de Bahrein, Salman. Su padre, el Rey Hamad Al-Khalifah, que estaba invitado declinó la invitación debido a la controversia internacional que provocó la represión de la mayoría chií que reclama más libertades en Bahrein. Los ex primeros ministros laboristas Tony Blair y Gordon Brown tampoco tienen un asiento reservado en la Abadía, lo que provocó la indignación en el Partido Laborista.
Según el periodista Damian Thompson, del diario The Telegraph, el propio príncipe Guillermo habría vetado la presencia de Tony Blair, el ex primer ministro, debido a que publicó en sus memorias una charla íntima que tuvo con el príncipe tras la muerte de su madre: "He hablado también con Guillermo, quien no sólo está dolorido, sino también enojado. El comprendió, racionalmente, por qué la semana que pasó entre la muerte de Diana y su funeral tenía que ser como fue. Pero él sentía agudamente el conflicto entre la posición pública y la emoción privada". El libro se convirtió en un best-seller. El periodista afirma que nadie se cree la versión de que tanto Blair como el ex premier Gordon Brown no fueran invitados por no ser miembros de la prestigiosa orden de los caballeros de la Jarretera, y que sería la primera vez que alguien que hubiera ocupado la presidencia del gobierno inglés no fuera invitado aun evento de estas características.
De la realeza, no están invitados la familia real italiana, vinculada al fascismo de Mussolini durante la II Guerra Mundial, y numerosas casas reales alemanas, entre ellos el escandalosos Ernesto de Hannover (marido de Carolina de Mónaco) y el príncipe Hubertus de Sajonia-Coburgo, que amenazó con no ver la boda por televisión. Su familia y los Windsor se encuentran enemistadas desde tiempos de la Primera Guerra. Sarah Ferguson, tía del príncipe Guillermo, tampoco fue invitada al evento.
“Obama no está invitado a la boda real”. Este titular recorrió los diarios y portales de Internet de todo el mundo. Junto a él, jefes de Estado como Angela Merckel o Nicolas Sarkozy no recibieron ninguna invitación por no tratarse de un enlace “de Estado”. “Michelle está furiosa. Se siente muy insultada”, llegó a publicar la revista Globe. Además, el costo de la seguridad de los Obama es increíblemente alto y la factura sería enviada a la Familia Real, por lo que algunos medios opinaron que es realmente injusto que los contribuyentes británicos debieran pagar el amplio y costoso aparato de seguridad que rodea a los mandatarios estadounidenses.
Lo cierto es que la boda es un evento “mitad familiar y mitad oficial” para la Casa Británica, y las invitaciones también reflejan esta norma. Como el príncipe Guillermo no es aún el heredero de la corona, sino el 2º en la sucesión, no se trata de una “boda de Estado” como lo fue en 1981 la de sus padres Carlos y Diana. A esa ceremonia asistió la Primera Dama de los EE.UU., Nancy Reagan, en representación de su esposo y de su país.
Una fuente de la Casa Real británica aclaró al diario The Times que “no va a ser una boda llena de gente famosa y la mayoría de las personas que reciban una invitación se sorprenderán”. Por eso, la lista de asistentes incluye ex novios de Guillermo y Kate, antiguos indigentes reinsertados en la sociedad gracias a la ayuda de las fundaciones benéficas que preside el príncipe, cantantes, actores, un carnicero y un cartero. Toda la lista fue confeccionada según las sugerencias de los novios.
(*) Especial para Perfil.com.