Luego de un "militarizado" paso por San Francisco, la llama olímpica viene a Buenos Aires
En la ciudad estadounidense el recorrido fue alterado por
las masivas protestas y la despedida fue casi
clandestina.
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AFP
Pekín y San Francisco.- Luego de su "militarizado" paso por San Francisco, donde debió ser custodiada por un verdadero ejército de policía y agentes del FBI, cambiando de recorrido, el Comité Olímpico se vio obligado a salir a ratificar esta noche que el recorrido de la llama olímpica no será acortado.
Ciertos miembros del COI habían mencionado la posibilidad de acortar el recorrido de la llama olímpica de los Juegos de Pekín después del fiasco registrado en Londres, París y el caos de ayer en San Francisco. "Nada de eso, el Comité Olímpico Internacional logrará superar la crisis provocada por los incidentes que jalonaron el recorrido de la llama por el extranjero", estimó este jueves su presidente, Jacques Rogge.
El presidente del COI instó a los responsables des 205 comités olímpicos nacionales reunidos en Pekín a que " tranquilicen" a los atletas antes de los Juegos de agosto en Pekín. "Díganles que, a pesar de todo lo que han oído, los juegos estarán muy bien organizados", pidió. "Díganles que saldremos de la crisis actual", añadió. "Díganles que no pierdan la fe. Díganles que serán un ejemplo y el mundo los observará", agregó Rogge.
Ayer en San Francisco, para que no se produzcan incidentes, el trayecto de la antorcha tuvo que ser modificado a último momento debido al gran número de manifestantes que bloqueaba las calles, y la ceremonia de clausura se celebró a puerta cerrada. Todo se hizo bajo el control de centenares de policías y agentes del FBI. Desde que el símbolo olímpico fue encendido en Grecia el 24 de marzo, los militantes pro-Tíbet, y los activistas de los derechos humanos o de la libertad d el aprensa, se movilizaron a su paso.
Los dirigentes tibetanos en exilio afirman que la represión china ha dejado más de 150 muertos y China acusa a los "agitadores" tibetanos de haber matado a 18 civiles y dos policías.
En San Francisco, costa oeste estadounidense, la antorcha fue transportada al aeropuerto por una caravana de vehículos al final de la tarde, para ser ingresada a un área de estacionamiento cercano a la terminal internacional, al abrigo de periodistas y cámaras de televisión. La ceremonia de cierre poco menos que clandestina clausuró un recorrido confuso y bajo una nutrida vigilancia policial, tras anularse el evento oficial previsto inicialmente para marcar el fin de la jornada.
La llama partirá ahora a Buenos Aires, donde es esperada con la seguridad policial reforzada, antes de seguir viaje por una docena de países y llegar a principios de mayo a China, donde se desarrollarán en agosto los Juegos Olímpicos.
