SAO PAULO.- El presidente Luiz Inacio Lula da Silva y su adversario socialdemócrata Geraldo Alckmin volvieron a centralizar anoche su tercer debate, previo a la segunda vuelta electoral del domingo en Brasil, en los escándalos de corrupción y en las posibilidades de crecimiento del país. "Brasil se está quedando atrás, no es posible considerar normal que Argentina crezca más que Brasil", afirmó el candidato opositor.
Lula, que reiteró el uso de la ironía para desmerecer los datos aportados por su rival, y Alckmin, quien otra vez cuestionó agresivamente la ética del presidente, se enfrentaron en una dura polémica promovida por la red Record de televisión, vestidos ambos de traje oscuro, camisa blanca y corbata roja.
"El actual gobierno está parado en la economía y acelerado en los escándalos", atacó Alckmin, a lo que Lula respondió que "no hay denuncia (de corrupción) que no se investigue en mi gobierno (...) afecte a quien afecte".
Las acusaciones sobre los múltiples escándalos que afectaron al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) y al gobierno de Lula desde el año pasado, por un lado, y las críticas a la anterior gestión socialdemócrata, hicieron que el pasado estuviese en la discusión más presente que el futuro.
El socialdemócrata sostuvo que "Brasil se está quedando atrás, no es posible considerar normal que Argentina crezca más que Brasil", mientras que el actual presidente reconoció que "la economía crece poco, me gustaría que creciera más, pero la pobreza (durante su mandato) disminuyó un 19%".
El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil creció 2,3% en 2005 y para 2006 el Banco Central proyecta un 3,5% y el gobierno más de 4%.
Alckmin lamentó que por segundo año consecutivo la evolución de la economía de Brasil será en 2006 la penúltima en América Latina, pero el presidente destacó que su gobierno demostró "que es posible crecer con distribución de renta".
Al final del debate, Lula -a quien las encuestas dan más de 20 puntos porcentuales en las intenciones de votos válidos sobre Alckmin- sostuvo que participó de un debate "civilizado" y que salía "satisfecho" de la confrontación con su competidor en la carrera presidencial.
El ex gobernador de Sao Paulo, en tanto, entendió que demostró "que Brasil puede más" y argumentó que "quien queda con el farol hacia el pasado no puede apuntar hacia el futuro", y entendió que fue un debate "ético y programático".
Fuente: AFP