Rio de Janeiro - Después de la ola de violencia iniciada en Río de Janeiro la semana pasada, que dejó el saldo de 24 muertos, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva aprobó el envío de las Fuerzas Armadas a la ciudad del carnaval más importante del mundo.
De esta manera, el primer mandatario brasileño intentará frenar a las bandas de narcotráfico, que atentaron contra decenas de comisarías y medios de transporte de la ciudad. En uno de los atentados, ocho personas fueron quemadas vivas al incendiarse un micro.
Más temprano, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, había formalizado el pedido de que el ejército colaborara con la policía local, para mantener el orden público, mediante una carta enviada al Jefe de Estado.
Junto al auxilio del Ejército, Cabral acordó con las autoridades nacionales de seguridad, queuna fuerza especial reforzará la vigilancia en los límites del estado de Río de Janeiro, a fin de impedir la entrada de armas y drogas.
Esa tarea estará a cargo de la Fuerza Nacional de Seguridad, un cuerpo de elite creado hace tres años y entrenado para actuar en situaciones de violencia extrema.
Fuente AFP