Germán Ferrer fue el único diputado chavista sentado en su banca en la Asamblea Nacional el 3 de julio, cuando la oposición aprobó la designación del vicefiscal general, Rafael González Arias. Cuando ingresó al recinto, los parlamentarios de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) lo recibieron de pie y con un estruendoso aplauso. Admirador del ex presidente Hugo Chávez, critica la “práctica dictatorial” de Nicolás Maduro. Ferrer, una rara avis en el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV ), está casado con la fiscal general Luisa Ortega Díaz, la chavista crítica más notoria del país.
—¿Cómo es ser un chavista antimadurista?
—Nosotros no somos de la MUD, somos revolucionarios y de izquierda y lo vamos a seguir siendo. El madurimo ha desvirtuado al chavismo. Este gobierno se mantiene por la fuerza. Escalaron en la represión y en la violación de los derechos humanos. Hay casi un centenar de muertos. En algún momento alguien tendrá que ser responsable. Apelando al artificio de la Asamblea Constituyente, suspendieron las elecciones a gobernadores y se quieren perpetuar en el poder. No someterán la reforma a consulta popular, la decidirá la cúpula.
—¿Por qué quieren someter a su mujer, la fiscal general, al polígrafo?
—Es obvio que forma parte del ataque del gobierno contra el Ministerio Público y la Constitución. No hallaron ninguna irregularidad en la fiscal general y están apelando a cualquier elemento, entre ellos al polígrafo, para dañar su imagen, que tiene en Venezuela muchísimo prestigio. Buscan inhabilitarla y removerla. Ella no acepta que sea este Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ilegitimo e ilegal quien la someta al detector de mentiras. Deberían someterse ellos.
—¿Qué pasa si mañana no va a la sede de la Policía Científica? ¿Pueden buscarla con la fuerza pública?
—Sí, pueden hacerlo, son capaces de todo. El polígrafo es una medida denigrante, descalificadora, lo utilizan las dictaduras del mundo. La persona que se somete queda en desventaja ante la ley. Son rasgos fascistas de un modelo que se intenta imponer en Venezuela. Aquí no dejan salir del país a funcionarios de la fiscalía. Hay un corralito humano, no uno financiero como el que tuvieron en Argentina.
—¿En qué consistieron las amenazas que denunció Ortega Díaz?
—Familiares han sido llamados por teléfono y amenazados de muerte. También fueron seguidos por vehículos. Es un acoso permanente. En este momento, esta conversación está siendo grabada por los cuerpos de seguridad venezolanos. En cualquier momento nos pueden apresar, sólo por cumplir lo que establece la Constitución.
—¿Su mujer ansía un rol político en el futuro?
—Su rol es estrictamente institucional. Esperemos cuáles son los acontecimientos que ocurren en el país.
—¿Cuál es su posición sobre la Constituyente?
—La rechazamos porque fue convocada por el presidente de manera ilegal.