INTERNACIONAL
la grieta bolivariana

Maduro y la oposición ya tienen plan y candidatos para las próximas elecciones

El gobierno y el antichavismo definirán el 6 de diciembre quién controlará la Asamblea Nacional. El mandatario apuesta por el nacionalismo, y la MUD, por listas únicas.

Acto. El PSUV vota hoy en internas a 1.100 postulantes, que buscarán retener la mayoría parlamentaria que ostenta el chavismo.
| Cedoc

El 6 de diciembre Venezuela se jugará más que una elección parlamentaria. El chavismo y la oposición acudirán a las urnas para elegir a los diputados que integrarán la Asamblea Nacional durante los próximos cinco años, es decir, durante el resto de la estadía de Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores. Ese día los venezolanos elegirán entre profundizar el rumbo emprendido por el actual presidente o darles más poder a sus detractores, actualmente en minoría en el Parlamento.

Ante la trascendencia de la cita electoral, ambos sectores ensayan distintas estrategias para alzarse con la victoria. Maduro advirtió que si el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es derrotado saldrá a la calle a defender “la revolución”. El mandatario busca controlar al menos dos tercios de la Asamblea Nacional –111 legisladores– para mantener la mayoría absoluta, requerida para aprobar leyes orgánicas y reformas a la Constitución. Su táctica para lograrlo pasó por exacerbar el nacionalismo y buscar enemigos más allá de las fronteras. Así, acusó a Guyana y a la empresa norteamericana ExxonMobil de complotar para usufructuar un yacimiento de petróleo offshore, ubicado en aguas disputadas por Caracas y el vecino país. La estrategia, que también generó roces con Colombia, apunta a modificar la agenda política, monopolizada por la escasez, la inflación y la inseguridad.

Las encuestadoras también encienden alarmas en el horizonte de Maduro. Según Datanálisis, su desaprobación es del 68,8%. Datincorp, por su parte, reveló que el 56% de los encuestados cree que la salida de la crisis sólo se logrará con un nuevo liderazgo. Esos datos no aseguran por sí solos una derrota oficialista. Maduro aún cuenta con la poderosa y aceitada maquinaria electoral del PSUV y con los recursos del Estado para promover a sus candidatos, que se definirán hoy en unas internas en las que participarán varios ex ministros, deportistas, cantantes y conductores de televisión.
Para buscar su segunda victoria electoral en los últimos 16 años –la única fue en el referéndum para reformar la Constitución en 2007–, la Mesa de Unidad Democrática (MUD) adelantó que presentará una lista única, que no se votará en elecciones internas y será definida por la cúpula de los partidos. “La propuesta nuestra no tiene que ser sólo de crítica al gobierno, sino también de esperanza. A través de la Asamblea Nacional podemos sacar leyes para frenar las expropiaciones y para detener el ataque a los medios, entre otras cosas”, confió a PERFIL Ismael García, candidato a diputado en Aragua. Los antichavistas se anotaron una victoria simbólica al comprometer a la OEA, la Unión Europea y la Unasur a enviar observadores internacionales para los comicios. Además, reclamó que se libere a todos los presos políticos, entre ellos Leopoldo López.

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“Como el peronismo”

Nicolás Maduro está más preocupado por lo que sucede en el interior del chavismo que por la oposición. Disensiones con su liderazgo y un malestar social por la crisis económica erosionan su popularidad entre la militancia bolivariana. Según una encuesta publicada por la Universidad Católica Andrés Bello, el 16,4% del universo de votantes se declara “chavista, pero no madurista”. El sociólogo alemán Heinz Dieterich, ex asesor de Hugo Chávez e ideólogo del “socialismo del siglo XXI”, culpó a Maduro, Diosdado Cabello y Jorge Arreaza por esa crisis.

—¿Tiene Maduro alguna posibilidad de ganar estas elecciones?
—La desconfianza de la mayoría del electorado en las políticas de Maduro se refleja en todas las encuestas de opinión. A mi juicio, la troika Maduro-Cabello-Arreaza no puede revertir esa tendencia. El oficialismo sólo puede ganar las elecciones con un nuevo programa económico, un nuevo gobierno que reemplace a la troika y el decidido apoyo de China y Brasil.

—¿Qué pasará en el chavismo si no lo logra?
—Alguien tendrá que pagar los platos rotos. Cabello tiene un férreo control sobre las estructuras de poder del partido. Y no sabemos si los gobernadores tendrán la valentía para destituir a esa nefasta troika. El chavismo desaparecerá o evolucionará como el peronismo. Es decir, un movimiento-partido moderadamente desarrollista que, si aparece otro líder, capaz repuntará.