Malasia es un reino atípico, donde los reyes no gobiernan toda la vida, sino que se turnan. Así, cada cinco años el país elige un nuevo rey de entre una selecta lista de príncipes, rajás y sultanes, tal y como ocurrió ayer, con la elección y coronación del sultán Abdul Halim Muadzan, que tiene dos esposas, y es fanático del fútbol y de Frank Sinatra.
Abdul Halim, 27° séptimo Sultán de Kedah (región del norte, apodada “el tazón de arroz” del país por sus vastos campos de arroz), fue coronado Rey a la edad de 84 años, lo que lo convierte, además, en uno de los monarcas más longevos del planeta. El rey malayo es un año menor que Isabel II de Inglaterra -ahora decana de las monarquías mundiales- y es apenas cinco días mayor que el rey Bhumibol de Tailandia.
Este “democrático” sistema de elección de reyes en Malasia quedó establecido en 1957 -tras la independencia de Gran Bretaña- para salvaguardar la unidad y la paz entre las diferentes provincias malayas. Así, cada cinco años uno sería elegido un rey de entre los príncipes de cada una de las dinastías provinciales.
El rey es además el representante máximo del país en el extranjero y jefe de las Fuerzas Armadas, nombra ministros, jueces y a los principales clérigos islámicos. Según informa la prensa malaya, el monarca es muy bien aceptado por los ciudadanos musulmanes, que suman el 60% de un total de 28 millones de habitantes.
"El rey es la representación del pueblo y el pueblo es el pilar del rey", aseguró el flamante monarca, el más anciano de la historia de Malasia. "El papel más grande del rey es asegurar que no haya crueldad o destrucción para el pueblo y para el país".
Abdul Halim es desde ahora el 14° rey del país desde que la independencia, y, de entre ellos, el único que alcanza la “reelección”, ya que gobernó entre 1970 y 1975. Se da la curiosidad de que durante su primer reinado, el primer ministro fue Abdul Razak, padre del actual premier, Najib Razak. Ahora, su elección le permite remplazar al rey Mizal Zainal, rajá de Terengannu, que concluyó un reinado de 5 años de duración y volverá a su provincia para gobernarla.
La coronación se celebró en un resplandeciente salón dorado del flamante palacio Real, inaugurado este años. La colorida ceremonia fue retransmitida por la televisión de Malasia, y en ella estuvieron presentes los otros ocho “rajás” del país, que esperan pacientemente su turno para reinar.
El rey reelecto es un gran aficionado del golf, se define como un admirador incondicional de los cantantes Frank Sinatra, Dean Martin y Nat King Cole y un fanático del futbol, hasta el punto de que con 79 años abandonó el coche oficial en un embotellamiento y se fue a pie (un kilómetro y medio) para llegar al estadio donde jugaba su equipo favorito.
(*) Especial para Perfil.com