Ya en la noche del viernes, unos 3.000 miembros de agrupaciones cristianas participaron en una ceremonia de oración por la paz en la catedral nacional de la capital estadounidense. Posteriormente, marcharon a pesar de las bajas temperaturas ante la Casa Blanca, donde pese a una prohibición explícita realizaron una protesta directamente en la acera frente al edificio gubernamental, por lo que algunos fueron detenidos.
El presidente George W. Bush, criticó entretanto de nuevo los esfuerzos del Congreso norteamericano -dominado ahora por los demócratas- por ligar la entrega de más fondos a la guerra de Irak a la fijación de fechas para una retirada progresiva de las tropas.
En su discurso radial de la semana, emitido este sábado, Bush advirtió de que en caso de que se logre pasar una ley en este sentido, usará su derecho al veto para bloquearla.
Con la marcha hacia el Pentágono se pretende repetir una protesta similar realizada hace 40 años, el 17 de octubre de 1967, contra la guerra de Vietnam. Aunque en aquella ocasión sólo participaron entre 35.000 y 60.000 personas, está considerada una de las acciones más contundentes en contra de aquel conflicto bélico. La marcha sobre el Pentágono de 1967 fue un "movimiento sin precedentes", dijo Brian Becker, coordinador de la coalición ANSWER, que organiza la manifestación de hoy. "Fue una señal de que los estadounidenses habían cambiado". Becker dijo esperar que las manifestaciones en todo el mundo contra la guerra de Irak, convocadas hoy, marquen "un rumbo similar" hacia el fin del conflicto.
La marcha planeada hoy desde el monumento a Lincoln en el corazón de Washington hasta el Pentágono ha sido organizada por varias asociaciones estadounidenses. Los organizadores esperan la participación de decenas de miles de personas de todas partes del país. Sin embargo, el invierno en el este de Estados Unidos provocó el viernes la cancelación de numerosos vuelos y problemas de comunicación, por lo que se calcula que muchas de las personas que tenían previsto viajar a Washington no podrán hacerlo.
La protesta coincide con el cuarto aniversario, el martes, de la invasión estadounidense de Irak, una guerra que ha costado la vida a al menos 70.000 civiles y cerca de 10.000 soldados y agentes de policía iraquíes, estadounidenses y de los otros ocho países que forman las tropas de coalición.