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Miles de opositores, vestidos de blanco, se lanzaron ayer de nuevo a las calles de Caracas en “forma pacífica” para rechazar la sentencia de casi 14 años impuesta al líder opositor Leopoldo López.
La manifestación también exigió la libertad de los llamados presos políticos y el cambio que, aseguran, necesita con “urgencia” este país para superar la crisis económica y social que padece.
La marcha, que partió desde cuatro puntos distintos del este de la capital, también se realizó en otras ciudades venezolanas y del mundo.
“Estamos en la calle ejerciendo nuestros derechos por la libertad de nuestros presos políticos y por nuestros exiliados porque no queremos más escasez ni inseguridad, queremos cambio”, afirmó Lilian Tintori, esposa de López.
La movilización fue convocada por el líder opositor mediante de una carta que leyó Tintori un día después de haber sido condenado a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión por los hechos violentos desatados tras una manifestación que dejó tres muertos y decenas de heridos, el 12 de febrero de 2014 en Caracas.
“Hoy comienza la ruta pacífica y democrática para liberar a Leopoldo, a nuestros presos políticos y a toda Venezuela. Es nuestro momento, Venezuela. Demostremos que somos capaces de conquistar nuestra libertad de manera pacífica y democrática”, pidió Tintori a la multitud.
Durante la concentración, algunos de los manifestantes se colocaron cadenas en las manos, emulando estar esposados, y taparon sus bocas mientras que otros exhibieron un muñeco con el rostro de Susana Barreiros, la jueza que sentenció a López, con un maletín repleto de dólares junto a su mano y un cartel colgado en el cuello en que se leyó “el precio de tu conciencia”.
Denuncia. Ayer, el ejército de Colombia denunció una “incursión” ilegal de 15 miembros de la Guardia Nacional de Venezuela que cruzaron el viernes la frontera persiguiendo a un civil.
Las tropas venezolanas dispararon al individuo mientras lo perseguían en un vehículo casi un kilómetro dentro de territorio colombiano, en la provincia de La Guajira.
Cuando el sospechoso se refugió en una vivienda, los soldados quemaron la motocicleta en la que había huido antes de volver al otro lado de la frontera, afirmó el ejército colombiano.
El incidente se registró en un ambiente de tensión entre ambos países luego de que Nicolás Maduro cerrara los principales cruces fronterizos y deportara a unos 1.500 colombianos, a quienes acusa de contrabando y otros delitos.
Maduro y su colega colombiano, Juan Manuel Santos, mantendrán mañana en Quito su primera reunión formal desde que comenzó la crisis.